Miércoles, 20 de julio de 2022

20/07/2022 4 min
Miércoles, 20 de julio de 2022

Escuchar "Miércoles, 20 de julio de 2022"

Síntesis del Episodio

Mt 13, 1-9

Aquel día salió Jesús de casa y se sentó junto al mar. Y acudió a él tanta gente que tuvo que subirse a una barca; se sentó y toda la gente se quedó de pie en la orilla.

Les habló muchas cosas en parábolas:

«Salió el sembrador a sembrar. Al sembrar, una parte cayó al borde del camino; vinieron los pájaros y se la comieron.
Otra parte cayó en terreno pedregoso, donde apenas tenía tierra, y como la tierra no era profunda brotó enseguida; pero en cuanto salió el sol, se abrasó y por falta de raíz se secó.
Otra cayó entre abrojos, que crecieron y la ahogaron. Otra cayó en tierra buena y dio fruto: una, ciento; otra, sesenta; otra, treinta.
El que tenga oídos, que oiga».


CAER EN TU ABRAZO

Como te encantan las parábolas, Jesús.

A veces, me siento como uno niño al que le narras un cuento.

Hoy me hablas de granos, tierras, frutos… Seguramente un niño lo entendería mejor que yo. Un niño que no quiere separarse de su padre. Que le busca con la mirada. Que de vez en cuando monta algún berrinche, pero que al final vuelve a los brazos del Padre.

Es como cuando aprendes a andar.

Al principio te fías totalmente de esas manos que te sujetan y te guían. Poco a poco vas ganando confianza en ti mismo y quieres soltarte para salir corriendo sin apenas saber dar tres pasos seguidos. Es ahí cuando te caes. Pero viene tu Padre a ponerte en pie. Lo vuelves a intentar una y otra vez. Y poco a poco vas aprendiendo que no se trata de correr a tu manera, sino de andar confiando. Confiando en Él. Que no hay prisas. Que al final el camino se hace poco a poco, de la mano.

Creo que empiezo a entender.


Me invitas a que sea sincero contigo y conmigo.

Parar por un segundo.

¿Cómo es mi relación contigo?

Muchas veces digo seguirte, pero en verdad.. me mantengo al lado del camino. Mi camino. Y en seguida me veo siendo devorada por los miedos, la autosuficiencia, las ansias de perfección…

Otras veces, te vivo de una forma superficial y finalmente termino abandonando. No se decirte SÍ. Viviendo con el alma seca. Digo tener sed de ti, pero en realidad no se agarrar la mano qué me da de beber.

Y luego, están esos momentos en los que te pierdo de visa y me dejo atrapar por un mundo que de primeras parece mucho más atractivo y que grita “libertad”. Pero de pronto te ves ahogado. Ahogado por esas mentiras. Ahogado al depender de cosas que no llenan pero que te ves incapaz de soltar…

Se apodera de mí la frustración. Por no llegar. Por quedarme a medias. Por no saber cuidar… ¿Cómo quiero dar fruto si no sé cuidarte?

Nuestra relación. La base de todo. La tierra en la que plantar nuestra historia de salvacion. Dejar que este amor germine poco a poco. Sin prisa. Con paciencia. Confiando en cada paso que doy. Que quiero ser grano que caiga tierra buena. Caer en tu abrazo.

Empecemos por ir a verte. Por saludarte en el sagrario. Por cuidarte. Por dedicarte tiempo. Nuestro tiempo. Nuestra vida. Darnos enteros. Porque pienso que soy quien te cuida, pero Tú, como buen Padre, siempre has estado ahi detrás para poder salvarme. Esperando que me dé la vuelta, te descubra y vuelva a tus brazos.

Hoy solo quiero caer en tu abrazo.