Jn 6, 35-40 • Esta es la voluntad del Padre: que todo el que ve al Hijo tenga vida eterna.

En aquel tiempo, dijo Jesús a la gente:
«Yo soy el pan de la vida. El que viene a mí no pasará hambre, y el que cree en mí nunca pasará sed; pero, como os he dicho, me habéis visto y no creéis.
Todo lo que me da el Padre vendrá a mí, y al que venga a mí no lo echaré afuera, porque he bajado del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me ha enviado.
Ésta es la voluntad del que me ha enviado: que no pierda nada de lo que me dio, sino que lo resucite en el último día.
Ésta es la voluntad de mi Padre: 'que todo el que ve al Hijo y cree en él tenga vida eterna, y yo lo resucitaré en el último día».

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Estaba desmigando un trozo de pan mientras hablabas, y de pronto escucho:

“Pan que da la vida”

Miro el cacho de pan que tenía entre mis manos. “¡Que tontería!” pensé.

Yo sé mucho de panes. Los preparo con mi madre cada semana. Me quita el hambre y me gano la vida. Así que no me creo que el pan que Tú me ofreces sea mejor que el que hago yo con mis manos.

Y sigues: “como os he dicho, me habéis visto y no creéis”.

¿Creer el qué? ¿Que tiene de especial ese pan del que Tú me hablas? ¿Que viene del cielo? ¿Que lo envía nuestro Padre? Esa historia ya me la sé, cuando en tiempos de Moises caía maná del cielo… pero eso ya pasó. No veo ningún pan bajando del cielo ahora mismo.

Notaba mi corazón cada vez más endurecido. Más reacio a escuchar tus palabras. Luego nos hablabas de la voluntad de tu Padre, de la resurrección y la eternidad… no entendía nada, y yo seguía dándole vueltas a ese “Pan de la vida”, tratando de encontrar un sentido.

“Pan de la vida”
“YO SOY EL PAN DE LA VIDA”
“YO SOY”

Me quedé perpleja. Ahora sí que no entiendo nada, pero quiero saber más. No podía dejar de mirarte, de escucharte.

“Yo soy”

¿Quién eres?
Esa pregunta me persiguió para siempre.

¿Quién eres?
Me puse en marcha. Y me uní a todos ellos. Me uní a Ti.
No sabía muy bien que hacía… pero solo sabía que quería descubrir quién eras. Hasta que todo ocurrió… Solo ahí empezamos a entender.

Muchos panes dan vida…

¿Que tiene este de diferente?

Pan de vida.
Pan que late.
Pan que vive.
Vida.
Vida eterna.
Pan que da la vida eterna.
Pan que resucita.

Eternidad.

La eternidad solo puede venir del Padre. Hijo enviado que bajas del cielo cada día, no para hacer tu voluntad, sino la del Padre. Tu entrega es eterna.
Eres pan de cada día.

Eres el PAN VIVO.

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