Miércoles, 1 de septiembre de 2021

01/09/2021 4 min
Miércoles, 1 de septiembre de 2021

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Síntesis del Episodio

En aquel tiempo, al salir Jesús de la sinagoga, entró en casa de Simón.

La suegra de Simón estaba con fiebre muy alta y le pidieron que hiciera algo por ella.

Él, de pie a su lado, increpó a la fiebre, y se le pasó; ella, levantándose enseguida, se puso a servirles.

Al ponerse el sol, los que tenían enfermos con el mal que fuera, se los llevaban; y él, poniendo las manos sobre cada uno, los iba curando.

De muchos de ellos salían también demonios, que gritaban:

-Tú eres el Hijo de Dios.

Los increpaba y no les dejaba hablar, porque sabían que él era el Mesías.

Al hacerse de día, salió a un lugar solitario.

La gente lo andaba buscando; dieron con él e intentaban retenerlo para que no se les fuese.

Pero él les dijo:

-También a los otros pueblos tengo que anunciarles el reino de Dios, para eso me han enviado.

Y predicaba en las sinagogas de Judea.

Tú eres el Hijo de Dios.
Tú eres el Hijo de Dios.
Tú eres el Hijo de Dios.

Y me he acostumbrado a decirlo como si nada. Hijo de Dios. Pero es que no me entra en la cabeza. Si eres igual que yo: sudas cuando pega fuerte el sol, y te mojas cuando llueve. No entiendo.

Dios debería ser alguien solemne, fuerte y poderoso. Un titán temible. Un portento. Pero lo que mis ojos ven es un hombre sencillo, de verdadera carne y hueso. Uno del montón, hasta diría yo. Lo único que hace diferente a este hombre que allá donde pone el pie, ama. Y no puede no amar con toda el alma. Eso sí que no lo entiendo.

Amas y amas y vuelves a amar. Incansable. Curas a la suegra de Simón, a todos y a cada uno de los enfermos que te presentan, expulsas demonios… Cada precioso segundo de la vida de este Hijo de Dios es de entrega absoluta y amor que es verdad.

Porque nuestro Dios no es un Dios de voz atronadora y fuerza destructora. No es un dictador caprichoso de su voluntad. Es Dios Amor. Y Amor que no puede no amar.
Amor puro.
Amor desgastado y consumido.
Amor que pide amor.
Amor crucificado.
Amor libre.
Amor sencillo.

Y este y no otro, es el Hijo de Dios, amor encarnado que me abraza hoy para yo abrazar amando.

No lo entiendo, y me da igual. Porque para amar, no hay que entender. Sólo amar. Y si hoy amo en cada segundo que pasa por mí, soy también hijo de Dios.

Me apunto, Jesús. Ama en mí y desde mí. Me da igual lo que venga. Quiero querer amar contigo