Lc 17, 7-10

En aquel tiempo, dijo el Señor:
Suponed que un criado vuestro trabaja como labrador o como pastor; cuando vuelve del campo, ¿quién de vosotros le dice: «Enseguida, ven y ponte a la mesa?»
¿No le diréis: «Prepárame de cenar, cíñete y sírveme mientras como y bebo; y después comerás y beberás tú?» ¿Tenéis que estar agradecidos al criado porque ha hecho lo mandado? Lo mismo vosotros: Cuando hayáis hecho todo lo mandado, decid:
«Somos unos pobres siervos, hemos hecho lo que teníamos que hacer.»


LIBRE


Somos unos pobres siervos...
Nosotros, los que seguimos al Dios hecho hombre, los que vivimos habitados por Tí...
Pues así vives Tú, que vives -muy Vivo- para cumplir la Voluntad del Padre, y te has hecho siervo de todos...

Hijo desde la Eternidad, Dios mismo, bajando a la tierra y haciéndote siervo de la humanidad. Dios que no ha venido a ser servido sino a servir.

Siervo Inocente, que miras a cada personas, que vives regido por el Amor, por la escucha del Padre en cada instante.
Siervo Inocente que aceptas que te proclamemos culpable para devolvernos nuestra inocencia.
Siervo que vives esclavizado, no por una moral, sino por Amor. Vives Libre, muy dentro y siempre hacia fuera liberado de moralismos y miedos.
Siervo sufriente, en el sufrimiento de tus hijos que andan errantes sin reconocerte.

Dios del Eterno Extasis.

Eterno descenso, eterna entrega de tu Persona.
Vaciamiento continuo, recibiendo al Padre Eternamente.

Dios que quieres habitarme y vivir tu Vida en mí.
Y así Vivir como tengo que hacerlo, siendo siervo de todos, y necesariamente disfrutando.
Vaciándome y descansando en el Padre.

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