Lc 10,38-42

En aquel tiempo, entró Jesús en una aldea, y una mujer llamada Marta lo recibió en su casa. Ésta tenía una hermana llamada María, que, sentada a los pies del Señor, escuchaba su palabra. Y Marta se multiplicaba para dar abasto con el servicio; hasta que se paró y dijo:

-«Señor, ¿no te importa que mi hermana me haya dejado sola con el servicio? Dile que me eche una mano.»

Pero el Señor le contestó:

-«Marta, Marta, andas inquieta y nerviosa con tantas cosas; sólo una es necesaria. María ha escogido la parte mejor, y no se la quitarán.»


HABITADOS



¡Produce! Escucho gritar desde la infancia.
Se un buen ciudadano, busca un trabajo, aprende un idioma, viaja, y sobretodo: produce. Se una parte más de esta gran maquinaria y aliméntate de los residuos que genera. Se un bello engranaje, que gira y gira, hace y hace…

Además, soy cristiano. “Tienes que” y “no hagas que” eso escuche desde pequeño…Debo hacer más.
Hacer voluntariado. Ir a Misa. Los sacramentos esos, la catequesis, casarme en la Iglesia, intentar no dejarla embaraza antes de ese día… Debo hacer cosas para ganarme el cielo. Hacer para ser perfecto, al menos en lo establecido social y culturalmente.
Soy un engranaje cristiano, debo hacer…

Haz esto, haz lo otro. Hacer hacer.
Y poco dejarme hacer, y nada de ser.
Hacer para producir. Hacer para que me vean. Hacer para ser.

Andas inquieto… Susurra una Voz.
Resuena un nombre: Cristo…
Un anhelo.
Una sed.

Cristiano. Parece que viene de ese nombre susurrado en mi corazón, Cristo…
Una Persona, no una idea.
Un Dios Vivo, no una regla o una moral.

Hacer… No, esto no es de hacer.
Ando inquieto, y sola una cosa es necesaria…
Y solo Tú eres necesario.
Yo, necesito de Ti, para existir, para vivir, para hacer, para ser.
Quieres habitarme.
Quieres vivir tu Vida en mi.
Saciarme, plenificarme.
Tu, que eres el que eres, quieres Ser en mi, y así brote mi verdadero ser.

Y si esto es de ser habitado, dejarse hacer, tan solo de ser… ¿Ya está?
Ser para hacer.
Del ser, brota el hacer.
Todo cambia, radicalmente.
Vivo con radicalidad, pues voy a la raíz, todo brota del corazón. Ya no soy un muerto engranaje.
La vida vuelve a tener color, y en este despertar también me abro al dolor… Al mío propio, al de mis hermanos, al de un mundo que gime…
Y mi hacer, aún pudiendo ser el mismo, ya no es el mismo… Vivo habitado por el Dios del Eterno Éxtasis, el remolino Trinitario que me pone en Éxtasis…
Entrega, en los primeros y en los últimos.
Vaciamiento continuo.
Morir -a la muerte-, para ser llenado, ser habitado por la Vida…
Nuevos parámetros, ya no existo para hacer, para producir.
Existo para ser Habitado, y Vivir.
Ya no soy engranaje, ahora soy piedra viva, Cuerpo de Cristo.

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