Martes, 24 de mayo de 2022

24/05/2022 3 min
Martes, 24 de mayo de 2022

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Síntesis del Episodio

Jn16,5-11. En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Ahora me voy al que me envió, y ninguno de vosotros me pregunta: “¿Adónde vas?”. Sino que, por haberos dicho esto, la tristeza os ha llenado el corazón. Sin embargo, os digo es la verdad: os conviene que yo me vaya; porque si no me voy, no vendrá a vosotros el Paráclito. En cambio, si me voy, os lo enviaré. Y cuando venga, dejará convicto al mundo acerca de un pecado, de una justicia y de una condena. De un pecado, porque no creen en mí; de una justicia, porque me voy al Padre, y no me veréis; de una condena, porque el príncipe de este mundo está condenado».

Un Dios que abraza los planes

Hola Jesús,

Hoy es de estos días que si leo rápido se me puede escapar algún detalle. Ya sabes, leo esto y pienso "vaya faena, los apóstoles se quedan solos. Ahora les toca lo bueno y llevarte a todos lados, pero te van a echar de menos...". Lo he escuchado mil veces: todo es para bien, es la voluntad de Dios, convertir el azar en elección, abrazar la voluntad del Padre, desear lo que Él desea...

Lo intento por lo general, pero me cuesta a veces Jesús. Sabes cuándo me cuesta, cuando rezo por algo muy fuerte. Por este familiar que por favor tiene que salirle bien su problema, por este examen o situación en el trabajo que de verdad necesito que salga bien...

Y no sale. Estas veces ni siquiera sé si quieres que no salga lo que yo quiero o simplemente no tiene que salir. Me cuesta entenderlo. De hecho, no lo entiendo. Y te miro, te reconozco, casi con rabia, como si no me entendieras Tú a mí.

Por eso te he dicho que tenía que leer el Evangelio de hoy con calma, porque casi se me pasa que Tú también dejaste a tus amigos, que Tú también les ibas a echar de menos, que también tendrías un poco de pena porque iba a pasar mucho tiempo hasta que volvieras a abrazar a tu Madre, a reír con Pedro y Juan y a comer con todos ellos ese asado que la Magdalena hacía tan bien...

Estarías feliz y pleno porque eran los planes del Padre y estabas cumpliendo tu misión en la tierra, pero algo abrazaste que no sería siempre tu elección.

No creo que a partir de ahora me cueste menos confiar en el Padre y abrazar sus planes... pero igual me ayuda saber que el mismo Dios hecho hombre también tuvo, en algún momento, que confiar en su Padre y abrazar sus planes.

Igual en esos momentos sí que me entiendes un poco