Martes, 20 de abril de 2021

20/04/2021 4 min
Martes, 20 de abril de 2021

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Síntesis del Episodio

En aquel tiempo, el gentío dijo a Jesús: «¿Y qué signo haces tú, para que veamos y creamos en ti? ¿Cuál es tu obra? Nuestros padres comieron el maná en el desierto, como está escrito: “Pan del cielo les dio a comer”». Jesús les replicó: «En verdad, en verdad os digo: no fue Moisés quien os dio pan del cielo, sino que es mi Padre el que os da el verdadero pan del cielo. Porque el pan de Dios es el que baja del cielo y da vida al mundo». Entonces le dijeron: «Señor, danos siempre de este pan». Jesús les contestó: «Yo soy el pan de vida. El que viene a mí no tendrá hambre, y el que cree en mí no tendrá sed jamás».

Un milagro diario

Pan y palabra. Lema de Hakuna. Pan en la Hostia. Palabra en el Evangelio. Palabra viva.

Evangelio en el que me adentro y noto como hoy te hago la misma pregunta que te hicieron hace dos mil años: Y qué signo haces tú, para que veamos y creamos en ti? ¿Cuál es tu obra? Yo siempre buscando signos extraordinarios y cosas grandes para encontrarte.

Pero tu respuesta es muy sencilla: “Hijo mío, me he quedado en un trozo de pan para pasarme toda la vida contigo físicamente. Cada día podrás comerme y masticarme y ahí encontrarás descanso, paz y vida”. Yo soy el pan de vida. El que viene a mí no tendrá hambre, y el que cree en mí no tendrá sed jamás.

Por eso Jesús, hoy lo que te pido es que aprenda a valorar el milagro diario de la misa. Cada día te haces presente en la Hostia Blanca. Ahí estas. Nada más y nada menos.

Pero yo no veo. Tengo la mirada viciada. Ayúdame a ver lo invisible. A creer cuando tenga dudas. A dar pasos basados en una promesa. Creo, experimento y siento. Primero me fío de ti y cuando el sacerdote levanta el trozo de pan digo: “Señor mío y Dios mío, creo firmemente que estás aquí. Ayúdame a ser mejor en este mundo de locos”. Y cuando hago ese acto, empiezo a poder hablar contigo y a tenerte presente. Y entonces al final cuando comulgo y me abrazo, siento que estás dentro de mí. Y todo eso partiendo de un acto de fe, basándose en la creencia en una persona: Jesucristo.