Escuchar "Martes, 19 de julio de 2022"
Síntesis del Episodio
Mt 12,46-50
En aquel tiempo, estaba Jesús hablando a la gente, cuando su madre y sus hermanos se presentaron fuera, tratando de hablar con él.
Uno se lo avisó:
- Oye, tu madre y tus hermanos están fuera y quieren hablar contigo.
Pero él contestó al que le avisaba:
- ¿Quién es mi madre y quiénes son mis hermanos?
Y señalando con la mano a los discípulos, dijo:
- Estos son mi madre y mis hermanos. El que cumple la voluntad de mi Padre del cielo, ése es mi hermano y mi hermana y mi madre.
MADRES
La gente se agolpa para escucharte. Les hablas, están sedientos de recibir Tus Palabras, de ver cada uno de tus gestos, de cruzar una mirada contigo...
Al escucharte los corazones se liberan, encuentran sosiego, ves como sus caras brillan cada vez más a medida que reciben tus palabras y pasan tiempo contigo.
Lo que dices, también les confronta, les es duro aceptarlo, algunos se quedan, otros se van... Al contacto contigo, ven sus vidas al desnudo, enfrentada a la Verdad... Una Verdad que no les juzga ni quiebra, sino que les acaricia y abraza... Una Verdad que intuyen no es simplemente un ideal, sino Aquel que tienen enfrente.
Mientras hablas alguien viene, tus familiares están fuera, han venido a buscarte.
No les dices que pasen... Tu respuesta, como alguna otra vez, confunde, pero sin confusión, confunde pero se ve luz en ella.
Hablas de ser tu hermano, tu hermana, tu madre, cumplir la Voluntad del Padre...
No se si llego a entender nada, alguna cosa mas que otra. Ser Tu hermano, tu hermana... Vale, pero ¿tu madre? Si, eso dices, y ese es Tu Deseo, que cumpla la Voluntad de Tu Padre, y entonces me dices que soy tu madre... Quieres encarnarte en Mi. Y siendo Tu en mi, venir al mundo, a mi realidad concreta. Tu en mi, cumplir la Voluntad del Padre, y en cada Si, como tu madre, hacerte Carne de nuevo en mi. Encarnando Tu Amor, Tu Vida, Tu Verdad.
Una mirada, una sonrisa.
Vivir mendigo, vivir al día.
Amando, abnegado, entregado, y necesariamente disfrutando.
Acogiendo a todos, alimentando al hambriento.
Perdonando, soltando.
Confiando, esperando, Viviendo.
Tu Vida en mi. Yo en Ti.
Tu en mi, de nuevo, hecho carne.
Un nuevo Si-hágase-, encarnarte, ser yo madre.
En aquel tiempo, estaba Jesús hablando a la gente, cuando su madre y sus hermanos se presentaron fuera, tratando de hablar con él.
Uno se lo avisó:
- Oye, tu madre y tus hermanos están fuera y quieren hablar contigo.
Pero él contestó al que le avisaba:
- ¿Quién es mi madre y quiénes son mis hermanos?
Y señalando con la mano a los discípulos, dijo:
- Estos son mi madre y mis hermanos. El que cumple la voluntad de mi Padre del cielo, ése es mi hermano y mi hermana y mi madre.
MADRES
La gente se agolpa para escucharte. Les hablas, están sedientos de recibir Tus Palabras, de ver cada uno de tus gestos, de cruzar una mirada contigo...
Al escucharte los corazones se liberan, encuentran sosiego, ves como sus caras brillan cada vez más a medida que reciben tus palabras y pasan tiempo contigo.
Lo que dices, también les confronta, les es duro aceptarlo, algunos se quedan, otros se van... Al contacto contigo, ven sus vidas al desnudo, enfrentada a la Verdad... Una Verdad que no les juzga ni quiebra, sino que les acaricia y abraza... Una Verdad que intuyen no es simplemente un ideal, sino Aquel que tienen enfrente.
Mientras hablas alguien viene, tus familiares están fuera, han venido a buscarte.
No les dices que pasen... Tu respuesta, como alguna otra vez, confunde, pero sin confusión, confunde pero se ve luz en ella.
Hablas de ser tu hermano, tu hermana, tu madre, cumplir la Voluntad del Padre...
No se si llego a entender nada, alguna cosa mas que otra. Ser Tu hermano, tu hermana... Vale, pero ¿tu madre? Si, eso dices, y ese es Tu Deseo, que cumpla la Voluntad de Tu Padre, y entonces me dices que soy tu madre... Quieres encarnarte en Mi. Y siendo Tu en mi, venir al mundo, a mi realidad concreta. Tu en mi, cumplir la Voluntad del Padre, y en cada Si, como tu madre, hacerte Carne de nuevo en mi. Encarnando Tu Amor, Tu Vida, Tu Verdad.
Una mirada, una sonrisa.
Vivir mendigo, vivir al día.
Amando, abnegado, entregado, y necesariamente disfrutando.
Acogiendo a todos, alimentando al hambriento.
Perdonando, soltando.
Confiando, esperando, Viviendo.
Tu Vida en mi. Yo en Ti.
Tu en mi, de nuevo, hecho carne.
Un nuevo Si-hágase-, encarnarte, ser yo madre.
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