Martes, 18 de junio 2024

18/06/2024 4 min
Martes, 18 de junio 2024

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Síntesis del Episodio

Mt 5, 43-48 • Amad a vuestros enemigos.

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
-Habéis oído que se dijo: Amarás a tu prójimo y aborrecerás a tu enemigo.
Yo, en cambio, os digo: Amad a vuestros enemigos, haced el bien a los que os aborrecen y rezad por los que os persiguen y calumnian. Así seréis hijos de vuestro Padre que está en el cielo, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y manda la lluvia a justos e injustos.
Porque, si amáis a los que os aman, ¿qué premio tendréis? ¿No hacen lo mismo también los publicanos? Y si saludáis sólo a vuestro hermano, ¿qué hacéis de extraordinario? ¿No hacen lo mismo también los paganos? Por tanto, sed perfectos como vuestro Padre celestial es perfecto.

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Maestro, tus palabras hoy resuenan como un eco profundo en mi corazón. Me invitas a una misión difícil, amar a aquellos que me han herido, a los que me han hecho daño. En mi debilidad humana, esto parece imposible. Pero tú, con tu ejemplo, me muestras que es posible.

Te veo, Jesús, en medio de la multitud, extendiendo tus manos hacia aquellos que te aborrecen. Los fariseos, los soldados, aquellos que te acusaron injustamente. No hay odio en tus ojos, sólo amor y compasión.
¿Cómo puedes amar de esa manera?
¿Cómo puedes mirar a los ojos de tus enemigos y desearles bien?

No sabría ser como tú, amando sin reservas, deseando el bien incluso a los que te persiguen. Dices que el sol y la lluvia son para todos, que el amor de Dios no discrimina.

Es desafiante ir más allá de mis confortables círculos, extender una mano de paz y reconciliación.
Y quiero, Maestro, aprender con tu ejemplo.
Quiero que mi corazón se parezca al tuyo, que pueda ver a cada persona con la misma compasión y amor con que Tú las ves. Ayúdame a perdonar, a dejar de lado el rencor, a orar por aquellos que me han herido. Quiero ser perfecto, como nuestro Padre celestial es perfecto, aunque sé que es un camino largo y difícil.

Tu amor, que no conoce fronteras, es mi guía. En tus enseñanzas encuentro la fortaleza para intentarlo cada día. Y en mi oración, pido la gracia para amar más, para perdonar más, para ser un reflejo de tu amor en este mundo que tanto lo necesita.

Amar a mis enemigos es, quizás, el desafío más grande, pero con tu ayuda, sé que es posible. Porque tu amor transforma, cura y da vida. Que mi vida, entonces, sea un testimonio de ese amor sin límites que tú nos has enseñado.