Martes, 16 de abril de 2024

16/04/2024 5 min
Martes, 16 de abril de 2024

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Síntesis del Episodio

Jn 6, 30-35 • No fue Moisés, sino que es mi Padre el que da el verdadero pan del cielo.

En aquel tiempo, dijo la gente a Jesús:
«¿Y qué signo vemos que haces tú, para que creamos en ti? ¿Cuál es tu obra?_ Nuestros padres comieron el maná en el desierto, como está escrito: "Les dio a comer pan del cielo."»
Jesús les replicó:
«Os aseguro que no fue Moisés quien os dio pan del cielo, sino que es mi Padre el que os da el verdadero pan del cielo. Porque el pan de Dios es el que baja del cielo y da vida al mundo.»
Entonces le dijeron:
«Señor, danos siempre de este pan.»
Jesús les contestó:
«Yo soy el pan de la vida. El que viene a mi no pasará hambre, y el que cree en mí nunca pasará sed.»

——————

He bajado al río con Raquel y Lía. Después de varios días, hay mucha ropa que lavar.

En la que hemos empezado a sacar trapos, han llegado corriendo los hijos de Lía, que se fueron con su padre unos días fuera. Venían emocionados, a contarle sobre un Maestro que decía que era un pan. Ella les ha reñido por decir tonterías, pero Raquel nos ha dicho que no mentían sobre ese Maestro. Ella también lo ha visto, ¡y nos ha contado unas cosas increíbles!

Raquel es una mujer de pocas palabras, pero ha empezado a hablar y no ha parado. Le ha poseido un ilusión desbordante. Se ha emocionado y todo; es cierto que se la ve muy feliz esta mañana, ¡más guapa, incluso, no me había dado cuenta!

Nos contaba que lo siguieron más de un día caminando, y que luego sacó de la nada pan para miles, ¡miles!

Los niños decían que lo vieron caminar sobre el mar, y que no se hundía. Raquel no vio eso, pero si había oído a la gente preguntarse como habría cruzado el lago, porque sus discípulos llevaban una barca y Él no se montó.

Pero lo que más le había tocado el corazón era lo que les decía aquel Rabí. Les hablaba de forma muy sencilla y decía cosas que jamás había oído decir a nadie. Que volvía a casa con nuevas directrices para amar, que ella y su marido no paraban de hablar de lo que les había contado, que sentía que su hogar se estaba fortaleciendo en el amor con esas palabras.

"¡Y que era un pan! ¡Cuenta lo del pan!" le apremiaban los niños.

Que había dicho "Yo soy el Pan de la vida", el "pan de Dios" que "baja del cielo y da vida al mundo". Raquel y su marido no habían entendido, y él se acercó a preguntar a uno de los que iban con Jesús y que iba anotando lo decía. Le dijo que él tampoco entendía del todo, pero que lo iba repitiendo en su corazón hasta que un día el Padre le revelase más.

"Ahora nosotros también lo hacemos así, y estamos rezando de la forma que nos enseñó, juntos en casa. Cuando vuelva a la ciudad, os avisaré para que lo escuchéis. Nunca vi un hombre igual. Decia que el que fuese con Él ¡ya no pasaría hambre nunca más!"

Los niños venían cargados de más historias de aquel Maestro, sí espero que vuelva pronto. Siento en el corazón un calor incesante cuando me cuentan de Él, y creo que haré lo mismo que decían, guardar en el corazón todas las palabras. Tengo que pedirle al marido de Raquel que hable con mi Efraim y nos cuenten más.

Lía, de hecho, se ha ido pronto con los niños de vuelta, para que le cuenten todo bien en la comida.

¡Ay, ya quiero saber más de este hombre! El hombre que dice ser un pan.