Martes, 14 de junio de 2022

14/06/2022 4 min
Martes, 14 de junio de 2022

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Síntesis del Episodio

Mt 5, 43-48. En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Habéis oído que se dijo: “‘Amarás a tu prójimo’ y aborrecerás a tu enemigo”. Pero yo os digo: amad a vuestros enemigos y rezad por los que os persiguen, para que seáis hijos de vuestro Padre celestial, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y manda la lluvia a justos e injustos. Porque, si amáis a los que os aman, ¿qué premio tendréis? ¿No hacen lo mismo también los publicanos? Y, si saludáis solo a vuestros hermanos, ¿qué hacéis de extraordinario? ¿No hacen lo mismo también los gentiles? Por tanto, sed perfectos, como vuestro Padre celestial es perfecto».


Hablas y rompes.
Miras, y revolucionas.
Todas mis ideas,
Todos mis esquemas.
Mis líneas rectas, mis caminos perfectos.
Creía que no iba mal…
Que sabía de que va esto…
Pero no.
Ahora me paras.
Ahora me pides que despierte.
Pero que despierte el corazón.

Me hablas de amar, Jesús, de querer.
Y de querer bien.
Me hablas de darme, de levantar los ojos,
De salir fuera,
Y salir de verdad.

Porque sí, hoy he dado los buenos días a mis padres.
Y sé que les quiero mucho.
Ayer estuve con mis amigos, y les pregunté qué tal les va.
De verdad, Jesús, les quiero mucho.

Pero tú no quieres eso.
Quieres más.
Sabes que puedo dar más.
Que en mi corazón cabe mucho más.
Que con mi vida, puedo llegar a muchos más.

Pienso en tu cruz.
Pienso en tus brazos abiertos.
Un amor sin límites,
Una entrega sin peros, sin barreras.
Cada vez más abiertos,
Cada vez más llenos.
Ahí cabían todos.
Ahí cabe ese que no me cae tan bien.
Ahí cabe ese al que me ha dado pereza saludar.
Ahí cabe un mundo entero,
Lleno de sed, lleno de llanto, de gritos…
Pero yo sigo a lo mío,
Con mis planes a mi medida,
Sigo con los brazos vacíos.

Por eso hoy despiértame.
Enséñame a mirar.
Enséñame a escuchar.
Despierta mi corazón dormido.
Cógelo y hazlo tuyo.
Cógelo y hazlo de todos.
De todos Jesús.
Sin excepción.
Sin excusas.
Que guarde cada nombre,
Que te busque en cada mirada.
En el metro, en el examen, en casa, en la calle, en el trabajo.
Ahí puedo escuchar tu sed.
Ahí puedo dar tu amor.

Jesús, que me deje de tonterías.
Que viva por ellos.
Que les quiera y que rece.
Hoy te pido por esos que me cuesta tanto.
Hoy lleno mis brazos vacíos con cada corazón.