Martes, 12 de abril de 2022

12/04/2022 13 min
Martes, 12 de abril de 2022

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Síntesis del Episodio

Jn 12,1-11

En aquel tiempo, Jesús, profundamente conmovido, dijo:

- «Os aseguro que uno de vosotros me va a entregar.»

Los discípulos se miraron unos a otros perplejos, por no saber de quién lo decía.

Uno de ellos, el que Jesús tanto amaba, estaba reclinado a la mesa junto a su pecho. Simón Pedro le hizo señas para que averiguase por quién lo decía. Entonces él, apoyándose en el pecho de Jesús, le preguntó:

- «Señor, ¿quién es?»

Le contestó Jesús:

- «Aquel a quien yo le dé este trozo de pan untado.»

Y, untando el pan, se lo dio a Judas, hijo de Simón Iscariote.

Detrás del pan, entró en él Satanás. Entonces Jesús le dijo:

- «Lo que tienes que hacer hazlo en seguida.»

Ninguno de los comensales entendió a qué se refería. Como Judas guardaba la bolsa, algunos suponían que Jesús le encargaba comprar lo necesario para la fiesta o dar algo a los pobres.

Judas, después de tomar el pan, salió inmediatamente. Era de noche. Cuando salió, dijo Jesús:

- «Ahora es glorificado el Hijo del hombre, y Dios es glorificado en él. Si Dios es glorificado en él, también Dios lo glorificará en sí mismo: pronto lo glorificará. Hijos míos, me queda poco de estar con vosotros. Me buscaréis, pero lo que dije a los judíos os lo digo ahora a vosotros: "Donde yo voy, vosotros no podéis ir."»

Simón Pedro le dijo:

- «Señor, ¿a dónde vas?»

Jesús le respondió:

- «Adonde yo voy no me puedes acompañar ahora, me acompañarás más tarde.»

Pedro replicó:

- «Señor, ¿por qué no puedo acompañarte ahora? Daré mi vida por ti.»

Jesús le contestó:

- «¿Con que darás tu vida por mí? Te aseguro que no cantará el gallo antes que me hayas negado tres veces.»




Maria, no se si estarias ahi, no se que pensarias, pero te veo ahi, mirando a tu hijo, tu Jesus, reunido con sus amigos, con los que lleva 3 años de un lado para otro. Los que han visto todos sus milagros, su cansancio, su Fuego, su Pasion por la vida y por darsela a todos. Los que han compartido la intimidad con El, y han visto Su intimidad con un Dios al que llama Abba, Padre. Los miras, y solo puedes sonreir, tu corazon solo puede saltar de alegria al ver ese grupo de personajes, cada uno tan diferente, tan especial, y sin embargo todos unidos alrededor de tu hijo, tu Jesus. Te das cuenta de como los quieres, que los amigos de tu Hijo son abrazados como hijos en tu corazon. Lo miras a El, tu corazon rebosa de orgullo y amor al verle, aquel crio que recogias en tu regazo en Belen y con el que huias a Egipto, el chavalillo que correteaba por la plaza de Nazaret. Tu Jesus que tan bien conoces pero aun sigo siendo un Misterio para ti. Ahora todo un hombre. Lo ves alegre y relajado, y sin embargo,  intuyes algo. En los ultimos dias, de camino a Jerusalen, le has visto momentos mas serios, percibes cierta tension en El, ves como endurece Su Rostro como el pedernal. Y aun asi, nunca lo has visto tan sereno, tan decidido y seguro. Aunque lo veas tenso, nunca habias sentido Su Corazon tan calido, acogedor, entregado. Tu, que lo has visto crecer en Gracia y estatura, ves una madurez como nunca. Ahora ves con mas claridad su abandono total en El Padre.
Algo inquieta tu corazon, sus palabras lo confirman "uno de vosotros me va a traicionar". Todos estan perplejos, ninguno sospecha del otro. Escuchas el dolor en su voz y sientes un desgarro en tu corazon. Sientes como los frios brazos del miedo quieren cercar tu alma. Lo miras. Lo ves dolido, pero sereno. El miedo huye. Te quedas con un doloroso vertigo en tu corazon que se asoma a un insondable abismo.
Los miras. Hay cierta tristeza y tension en el ambiente. Los miras, y te duele pensar que alguno de ellos pueda cometer la traicion. Pero no juzgas, no intentas buscar culpables, los sigues acogiendo a todos como hijos.

El discipulo mas amado de tu hijo se recuesta sobre su pecho para preguntarle. Escucha el latir de Su Corazon: se rozan sus almas, comunion de corazones, profunda intimidad. Le ha indicado quien va a ser el que le va a traicionar, y sin embargo, el tampoco lo impide, ni lo acusa, ni lo juzga. Su corazon se ha hecho uno con el del Hijo, se ha rendido a la voluntad del Padre, el Amor no condena, no juzga, no critica, no acusa... Y deja paso a la libertad del hombre, incluso del que va a traicionar.
Le señala que sera al que le de el pan untado. Tu, Maria, ves a Judas, aparentemente tranquilo, como con una mueca que contorsiona y oscurece su rostro come el pan. Comienzas a entender algo que no quieres:
El amigo de tu Hijo ha elegido el reino del pan, en vez de al Dios que se ha hecho Pan. Ha esperado al mesias politico, en vez de al Mesias que Libera de la tirania de satanas. Se ha vendido al dios dinero, en vez de abandonarse al Dios Verdadero. Entiendes algo, pero no sabes aun que consecuencias tendra. Sale a la oscuridad de la noche. Ha comenzado.

Las tinieblas amenazan con entrar. Le miras de nuevo, parece que una luz salga de El. Con esa serenidad dolida habla de que ahora el hijo del hombre sera glorificado, que no pueden seguirle donde El va... Y ves a Pedro que salta, "¿que dices que no puedo ir Contigo? Por ti muero", una vez mas Pedro, te hace gracia esa fogosidad que tan solo tiene que ser encauzada. Le contestan unas duras palabras... Tu no dices nada, y sin embargo sabes que no podras separarte de tu hijo, ese que tan bien conoces y a la vez aun sigue siendo un Misterio para ti...
Y tu, tu no te separaras Maria. Tu si estabas preparada.
Tu si que estabas preparada, tu si podias acompañar a tu Hijo. Completamente pura Completamente Libre. Toda hija. Toda esposa. Toda Madre.
 Tu si estabas lista para acompañarle hasta el madero. A la entrega libre y total del Amor.
Tu si estabas lista, y alli estabas, alli estas, a los pies, crucificada en tu corazon. Lacerada tu alma con los dolores de tu Hijo, los dolores de la humanidad que niega la Verdad, la Vida, el Amor;  la humanidad que escogiendo la muerte, quiere dar muerte a quien es la Vida...
 Hasta ahi le sigues.
Y alli le ves, clavado en dos leños. Lo miras, y ves el madero, ese inerte madero, ser regado con Su Sangre. Y ves como de la muerte nacera la Vida, ves como esas traviesas muertas florecen y se transforman en el Arbol de la Vida. Ves el corazon traspasado, el Amor entregado y desgarrado, al que miraran todas las generaciones y quedaran sanados.
Ves la Vida que se entrega, devolviendonos la humanidad, abriendonos de nuevo la puerta hacia la Divinidad, al Abrazo del Padre. Ves como en el Hijo, seran glorificados todos tus hijos, y asi el Padre sera glorificado...
Sufres y lloras en el dolor de tu Jesus, del Hijo entregado. Pero en la oscuridad se prende una Luz esperanzadora. Intuyes el cambio. La Cruz, instrumento y signo de tortura y muerte, sera Esperanza y Vida.

Tu si estas lista para ir donde El va, pero no dices nada. Silenciosa, tu no lo negaras. Guardandolo todo en el corazon, ahi estas, siempre a sus pies.