En aquel tiempo, enviaron a Jesús algunos de los fariseos y de los herodianos, para cazarlo con una pregunta. Se acercaron y le dijeron: «Maestro, sabemos que eres veraz y no te preocupa lo que digan; porque no te fijas en apariencias, sino que enseñas el camino de Dios conforme a la verdad. ¿Es lícito pagar impuesto al César o no? ¿Pagamos o no pagamos?» Adivinando su hipocresía, les replicó: «¿Por qué me tentáis? Traedme un denario, que lo vea». Se lo trajeron. Y él les preguntó: «¿De quién es esta imagen y esta inscripción?» Le contestaron: «Del César». Jesús les replicó: «Dad al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios». Y se quedaron admirados.

Siempre intentando deshumanizar

Hola Jesús,

Una y otra vez. Hoy te lo vuelven a hacer. Has llegado al mundo, estás enseñando y dando vida, pero la gente sigue desconfiando: *enviaron a Jesús algunos de los fariseos y de los herodianos, para cazarlo con una pregunta*. ¿Cómo te sientes Jesús? Me imagino que te debe costar ver como los seres humanos dudan de Ti. Pero yo confío mucho en Ti. ¡Apóyate en mi!

Hoy quieren pillarte: *¿Es lícito pagar impuesto al César o no? ¿Pagamos o no pagamos?*. Me imagino que debieron pensar: “seguro que este Galileo se cree que está por encima de todos y no tiene que pagar”.

¿Qué buscan con esta pregunta? Creo que buscan y desean sacarte del mundo. Pero no lo consiguen. Estás dentro y respetas las leyes que hay. Por eso Jesús, hoy te pido estar muy dentro. No somos seres extraños. Somos gente normal, como todos, pero vivimos contigo.

Creo que también buscan ridiculizarte. Es como cuando hablas con alguien que no cree y lleva la conversación siempre a lo mismo: riquezas de la Iglesia, sus escándalos, la virginidad, etc. Pero eso no nos importa a nosotros. Es simplificar la religión. No se trata de eso. Se trata de siempre vivir y siempre optar por lo más bello.

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