Jn 8,12-20:
En aquel tiempo, Jesús volvió a hablar a los fariseos:

-Yo soy la luz del mundo; el que me sigue no camina en tinieblas. sino que tendrá la luz de la vida.

_Le dijeron los fariseos:

-Tú das testimonio de ti mismo, tu testimonio no es válido.

Jesús les contestó:

-Aunque yo doy testimonio de mí mismo, mi testimonio es válido, porque sé de dónde he venido y adónde voy; en cambio, vosotros no sabéis de dónde vengo ni adónde voy. Vosotros juzgáis según la carne; yo no juzgo a nadie; y, si juzgo yo, mi juicio es legítimo, porque no estoy yo solo, sino que estoy con el que me ha enviado, el Padre; y en vuestra ley está escrito que el testimonio de dos es válido. Yo doy testimonio de mí mismo, y además da testimonio de mí el que me envió, el Padre.

Ellos le preguntaban:

-¿Dónde está tu Padre?

Jesús contestó:

-Ni me conocéis a mí ni a mi Padre; si me conocierais a mí, conoceríais también a mi Padre.

Jesús tuvo esta conversación junto al arca de las ofrendas, cuando enseñaba en el templo. Y nadie le echó mano, porque todavía no había llegado su hora.

Otro día más con los fariseos Papá.
Entre ellos reconozco a alguno de los que ayer quería apedrear a una de tus hijas.
Hablando de esto, hoy me la he vuelto a encontrar. No te haces una idea de la felicidad que reflejaba su sonrisa.
Por fin se reconoce. Por fin se da cuenta de que su vida es mucho más que la que nace de la mirada de los demás
Me desgarra ver cómo tantas veces la categoría de pecador se impone sobre la de hijo.
Se consideran pecadores antes que hijos.
Se les juzga como pecadores y no como hijos.
Es dramático Papá.
Se coloca el cumplimiento antes que tu mirada.
Y duele.
Me desconcierta ver a algunos de estos fariseos buscando siempre alguien al que juzgar y criticar.
Se lo están perdiendo todo.
Me duele que no se den cuenta.
Me duele que sus corazones no se dejen conmover.
Muchos se han olvidado que todo viene de ti.
Se han olvidado de dónde vienen y hacia dónde se dirigen.
Se lo he dicho hoy.
"Mi testimonio es válido porque se de dónde vengo y hacia dónde voy", de ti y hacia ti Papá.
Afianzarse en el origen. Mirar el horizonte del futuro.
Y esto es. El testimonio no es otra cosa.
Soy hijo. Mi vida no se ve condicionada por nada más.
Soy hijo. Esa es la identidad que me hace vivir tranquilo.
Soy hijo. Se que vengo de ti. Se que voy hacia ti.
Y reconocerse hijo es el único testimonio que merece la pena dar.
Soy hijo, nacido de lo alto. Y ellos también están llamados a esto.
Pero parece que no. No quieren perder el tiempo en estas cosas.
Pero cómo cambiaría todo.
Descubrir tu Reino. El cielo en la tierra.
Descubrirse como ciudadano de ese cielo.
Y desde esa conciencia vivir todo lo demás.
Esto es lo que quiero que reconozcan en mí y que lo descubran en ellos.
Soy hijo. Soy luz. Soy tu luz.
Anhelo que ellos también lo sean.

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