Jn 15, 26-16,4:
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

- «Cuando venga el Defensor, que os enviaré desde el Padre, el Espíritu de la verdad, que procede del Padre, él dará testimonio de mí; y también vosotros daréis testimonio, porque desde el principio estáis conmigo.

Os he hablado de esto, para que no tambaleéis. Os excomulgarán de la sinagoga; más aún, llegará incluso una hora cuando el que os dé muerte pensará que da culto a Dios. Y esto lo harán porque no han conocido ni al Padre ni a mí.

Os he hablado de esto para que, cuando llegue la hora, os acordéis de que yo os lo había dicho.»

Conocer.
Es un verbo curioso eh Jesús. Buenos días.
Conocer. Viene de una palabra compuesta en latín que significa: "saber con" o "saber junto a".
Y te miro y lo entiendo.
¿Cómo conoces Jesús?
Te he visto dejando sin palabras a los mejores maestros de Israel.
Te he escuchado hablar. La gente enmudece. Los corazones vibran.
Llevo varios días escuchando esto de conocer.
Los que te conocen.
Los que no te conocen.
No hay más. Así de simple.
Así de duro. Así de bello.
Conocerte es vivir reconociendo que no soy solo yo. Sino tú en mí.
Saberme con. Vivir junto a ti.
Y esta es la forma en la que se conoce.
Esta es la forma en la que tú conoces.
No permaneces anclado en libros.
No te pierdes únicamente en ir de un lado para otro.
Conoces porque conoces al Padre.
Conoces porque lo buscas constantemente.
En el silencio. En tu intimidad.
Cuando has cerrado la puerta y solo entra la brisa de la noche por la ventana.
Estás junto al Padre.
Y amaneces junto al Padre.
Y vives, hablas, comes, bebes, cantas, caminas junto al Padre.
Todo junto al Padre. Y por eso conoces.
Porque viviendo así eres incapaz de encerrarte en el egoísmo de "tus tiempos" o "tus momentos reservados para ti".
No existe eso. Todo junto al Padre.
Y ese es el testimonio que das y que me pides dar.
Ya no soy yo. Eres tú. Eres tú y el Padre. Eres tú, el Padre y el Espíritu. Somos tú, el Padre, el Espíritu y yo.
Quiero conocer. Mirar y conocer.
Solo contigo se entrega la vida hasta el final.
Solo contigo puedo darle a Dios lo que le corresponde.
Humillado. Acusado. Despreciado. Insultado. Perseguido. Crucificado.
Sin escandalizarme.
Enamorado.
Bailando.
Pero siempre contigo.

Ver todos los episodios