Jn 16,16-20
En aquel tiempo, Jesús habló así a sus discípulos: «Dentro de poco ya no me veréis, y dentro de otro poco me volveréis a ver».
Entonces algunos de sus discípulos comentaron entre sí: «¿Qué es eso que nos dice: ‘Dentro de poco ya no me veréis y dentro de otro poco me volveréis a ver’ y ‘Me voy al Padre’?». Y decían: «¿Qué es ese ‘poco’? No sabemos lo que quiere decir». Se dio cuenta Jesús de que querían preguntarle y les dijo: «¿Andáis preguntándoos acerca de lo que he dicho: ‘Dentro de poco no me veréis y dentro de otro poco me volveréis a ver?’. En verdad, en verdad os digo que lloraréis y os lamentaréis, y el mundo se alegrará. Estaréis tristes, pero vuestra tristeza se convertirá en gozo».

LO ESENCIAL

Hola Jesús, muy buenos días!
¿Que tal estás? Yo bien, un poco dormido en realidad. Empieza a hacer bastante calor y hoy he dormido un poco regular. Pero qué más da. Aquí estoy, el último jueves del mes de mayo, tan contento.
A veces Jesús, me centro bastante en las circunstancias, en lo circunstancial, y no en lo esencial. “He dormido poco” y ya me como un poco el tarro con si el día será o no así. Si me voy a encontrar a esta u otra persona. Si hoy en el trabajo ahí mucho lío, etcétera…. Pues ok. Todo muy circunstancial como ves. Y sin embargo en lo esencial aquí estoy, contigo. Tan feliz. Que pase lo que pase, venga lo que venga, será contigo, en Ti. Lo circunstancial no depende de mí, lo esencial si. Creo que hoy me pides que me centre en esto Jesús, en lo esencial en mi vida, en gozar de todo. “Vuestra tristeza se convertirá en gozo” porque tú lo transfiguras todo Jesús. Nada se te resiste. Todo puedo vivirlo de forma esencial, en lo más profundo. Todo está bajo control cuando no trato de controlar. Hoy me dejas muy claro que muchas cosas están fuera de mi alcance, y así está bien, porque mi tristeza se volverá alegría.

Como te decía, Jesús, a veces no controlo y me dejo llevar por las circunstancias, por lo que me rodea. Por eso hoy te pido una cosa: ocúpate tú de todo. No es que yo no quiera ocuparme de mis cosas, es que sabes que en ocasiones no se como hacerlo, están fuera de mi alcance. Pero no me rindo. Tu que vives dentro de mi, que transfiguras mi existencia, ocúpate de todo. Te entrego cada segundo de mi día, cada cosa imposible, cada circunstancia que no controlo. Me cuesta he Jesús, pero sé que lo dejo en buenas manos. Por lo demás, voy a intentar centrarme en lo esencial, en lo profundo de mi existencia, en verte en todo.

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