_En aquel tiempo, los fariseos preguntaron a Jesús cuándo llegaría el Reino de Dios. Él les respondió: «El Reino de Dios viene sin dejarse sentir. Y no dirán: ‘Vedlo aquí o allá’, porque el Reino de Dios ya está entre vosotros». _

_Dijo a sus discípulos: «Días vendrán en que desearéis ver uno solo de los días del Hijo del hombre, y no lo veréis. Y os dirán: ‘Vedlo aquí, vedlo allá’. No vayáis, ni corráis detrás. Porque, como relámpago fulgurante que brilla de un extremo a otro del cielo, así será el Hijo del hombre en su día. Pero, antes, le es preciso padecer mucho y ser reprobado por esta generación». _

Sensibilidad

Ha llegado ese día. Ha llegado el día en que el Hijo del hombre es como un relámpago fulgurante que brilla de un extremo a otro.

Increíble Jesús. Es como si nos dijeses que vas a ser como un instante, como un momento de luz pero que no perdura en el tiempo. Así es como es el Hijo del hombre. Y yo pretendo todo lo contrario. Pretendo sentir todo Jesús. Pretendo escuchar el silencio, el susurro de tu voz, no dejarte ir. Tenerte para mi. Y sin embargo el Reino de Dios viene sin dejarse sentir. Pero Jesús, yo quiero escuchar, yo quiero sentir, notar tu presencia, vibrar con tu voz, arder de deseos de reconocerte a Ti en cada instante. Quiero sentir el calor, el fuego de tu presencia. Poder ser iluminado con la luz que Tú desprendes. ¿No quieres tú también eso de mi? ¿No quieres que yo te sienta? ¿que mis sentidos, mi cuerpo, perciban tu presencia, tu amor, tu mirada sobre mi?

Perdón Jesús. No me he dado ni cuenta, ni siquiera te he dado los buenos días y ya estoy rayándome la cabeza.

Buenos días Jesús! Estarás flipando con todo esto que te digo, pero es que de verdad Jesús te quiero sentir, quiero experimentar con mis sentidos tu amor, tu presencia. No es que no crea que estas, es simplemente que quiero sentirlo con fuerza, quiero escuchar tus palabras y sentir que me las dices a mi, que me hablas directamente.

Sentir. Sentir. Sentir.

Bueno Jesus, mejor voy a hacer algo que si que depende de mi, voy a confiar en Ti. Voy a creerte. Voy a creer en Ti Jesús de Nazaret. Aunque a veces no entienda nada, no sepa muchas cosas, no escuche con claridad. Aunque a veces tenga miedo, ahora voy a confiar en Ti. Creo en Ti Jesús . Creo que me amas. Creo que me escuchas. Creo que estas a mi lado. Creo que has dado tu vida por mi. Creo que soy un afortunado. Confío en Ti Dios. Creo de verdad que estás entre nosotros, creo que el Reino de Dios está entre nosotros, aquí, ahora, me rodea y se mueve dentro de mi.
Es verdad Jesús, Tú estás aquí.
Gracias.

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