Domingo, 7 de Febrero de 2021

07/02/2021 4 min
Domingo, 7 de Febrero de 2021

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Síntesis del Episodio

Marcos 1, 29-39
En aquel tiempo, al salir Jesús de la sinagoga, fue con Santiago y Juan a la casa de Simón y Andrés. La suegra de Simón estaba en cama con fiebre, e inmediatamente le hablaron de ella. Él se acercó, la cogió de la mano y la levantó. Se le pasó la fiebre y se puso a servirles.Al anochecer, cuando se puso el sol, le llevaron todos los enfermos y endemoniados. La población entera se agolpaba a la puerta. Curó a muchos enfermos de diversos males y expulsó muchos demonios; y como los demonios lo conocían, no les permitía hablar.Se levantó de madrugada, cuando todavía estaba muy oscuro, se marchó a un lugar solitario y allí se puso a orar. Simón y sus compañeros fueron en su busca y, al encontrarlo, le dijeron:«Todo el mundo te busca».Él les responde:«Vámonos a otra parte, a las aldeas cercanas, para predicar también allí; que para eso he salido».Así recorrió toda Galilea, predicando en sus sinagogas y expulsando los demonios.

¿De otra madera?

Hola Jesús.

Predicas. Curas. Rezas. Enseñas. Quieres. Hablas. Miras. Expulsas demonios. Vuelves a querer. No paras, Jesús.

"Vaya máquina", podría pensar. Igual que cuando veo a esas personas que parece que no se cansan, que la sonrisa no se les quita de la cara, que me creo que, simplemente, están hechos de otra madera.

Pero es que no me entero, porque la madera es humana. En esas personas, y en Ti también.

Eres Dios, pero también eres hombre. Tienes poder para curar, pero también necesidad de dormir; sabiduría para enseñar, pero ganas de descansar.

Claro, todos necesitamos descansar, ¿no? Esos 10 minutos al levantarme que se me permiten, porque sin mi café "no soy persona ", y luego ya puedo sonreír a quien sea, pero "necesito" esos 10 minutos. O después de un día largo, que llego a casa y que no me cuenten muchas batallas, que "necesito" sentarme en el sillón y que nadie me hable un rato.

"Necesito" tantas cosas Jesús, esos pequeños descansos que me tengo tan "merecidos", que si mirara con perspectiva, vería lo caprichosos que son.

Porque no hay personas de otra madera, sino corazones alineados con el Tuyo. Corazones que descansan cuando aman, que no son incansables o hiperactivos, sino tan grandes como el Tuyo que la única necesidad real que tienen es estar contigo, que simplemente saben "que para eso han salido"

No tengo ese corazón Jesús, no soy de esa madera, pero Tú sí. Cada día Jesús, cada día ábreme un poco más los ojos, hazme ver un poco mejor qué necesito, qué es el descanso, qué es amar hasta el final.