Domingo, 28 de marzo de 2021

28/03/2021 5 min
Domingo, 28 de marzo de 2021

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Síntesis del Episodio

Pasión de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos (15,1-15): Apenas se hizo de día, los sumos sacerdotes, con los ancianos, los escribas y el Sanedrín en pleno, se reunieron, y, atando a jesús, lo llevaron y lo entregaron a Pilato. Pilato le preguntó: «¿Eres tú el rey de los judíos?» Él respondió: «Tú lo dices.» Y los sumos sacerdotes lo acusaban de muchas cosas. Pilato le preguntó de nuevo: «¿No contestas nada? Mira cuántos cargos presentan contra ti.» Jesús no contestó más; de modo que Pilato estaba muy extrañado. Por la fiesta solía soltarse un preso, el que le pidieran. Estaba en la cárcel un tal Barrabás, con los revoltosos que habían cometido un homicidio en la revuelta. La gente subió y empezó a pedir el indulto de costumbre. Pilato les contestó: «¿Queréis que os suelte al rey de los judíos?» Pues sabía que los sumos sacerdotes se lo habían entregado por envidia. Pero los sumos sacerdotes soliviantaron a la gente para que pidieran la libertad de Barrabás. Pilato tomó de nuevo la palabra y les preguntó: «¿Qué hago con el que llamáis rey de los judíos?»Ellos gritaron de nuevo: «¡Crucifícalo!» Pilato les dijo: «Pues ¿qué mal ha hecho?» Ellos gritaron más fuerte: «¡Crucifícalo!»
Y Pilato, queriendo dar gusto a la gente, les soltó a Barrabás

Todo empieza Jesús.

Desde hace dos mil años, otro año más te recordamos. Otra Semana Santa igual y a la vez completamente nueva. ¿O no es distinto este año del anterior?

Hace un año te vivimos confinados, hace dos estábamos en nuestro mítico sitio de vacaciones. Ahora... ahora mi corazón está completamente distinto hace un año, o dos. Ahora son otros mis pecados por los que te van a crucificar, son otras mis cruces las que me pides que abrace contigo en el Calvario, son distintos los miedos que me van a hacer esconderme en el Huerto de los Olivos. Sí que he cambiado este año, ¿y Tú?

Tú ahí sigues, impaciente por que pasen estos días, esperando ansioso a que te acompañe durante estos días. Un rato o muchos, al principio o al final, emocionado o frío... eso te da igual. Como te da igual que otros tantos años me haya propuesto una Semana Santa vivida y se me ha pasado. Como te da igual que mi cabeza está en mis problemas del día a día.

No vas a contar. Vas a esperarme. Cada día de esta semana, cada momento de cansancio, de dolor, de pena, de alegría... me vas a llamar.

Juntos Jesús. Vivámoslo juntos. No voy a ser gran cosa ya lo sabes, pero quiero ofrecerte lo poco que tenga, ya sea un simple paño como la Verónica, o un rato ayudándote como el Cirineo, o un simple apóstol joven que ahí estuvo, rezando, queriéndote, no estando indiferente ante la mayor locura que nadie ha hecho por mí.