Mt 28, 16-20 · Bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo

En aquel tiempo, los once discípulos se fueron a Galilea, al monte que Jesús les había indicado.
Al verlo, ellos se postraron, pero algunos dudaron.
Acercándose a ellos, Jesús les dijo:
«Se me ha dado todo poder en el cielo y en la tierra.
Id, pues, y haced discípulos a todos los pueblos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo; enseñándoles a guardar todo lo que os he mandado.
Y sabed que yo estoy con vosotros todos los días, hasta el final de los tiempos».

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Aquí estamos, Rabbí. Hemos cumplido lo que le pediste a María y a las demás mujeres: «que mis hermanos vayan a Galilea; allí me verán».

Veníamos en silencio, rezando y digiriendo todo lo sucedido. Y hemos caminado con miedo, de noche, esperando que la oscuridad ocultara nuestra identidad.

Necesitaba verte, Jesús. Necesitaba esas palabras: «Se me ha dado todo poder en el cielo y en la tierra». Al escucharte, todo mi ser temblaba y he caído de rodillas.

Es por tu poder que todo ha quedado abierto a Ti. A partir de hoy, por tu poder, sabemos que todos los pueblos te están esperando. Todos los corazones te aguardan en silencio.

Y por el nombre de tu Padre, por tu Nombre y por el Nombre del Espíritu Santo que vamos a llevarte a todos ellos. Por tu poder, hoy empieza nuestro camino, porque Tú nos has enviado.

Rabbí, ¡qué fuerza! ¡Todos los pueblos nos están aguardando para conocerte a Ti y calmar su sed de tu Persona!

De camino, veníamos ocultando nuestra identidad, Jesús. Ocultábamos que somos tus discípulos, pero, ¡ya no podemos seguir ocultándolo! Ya no quiero caminar en la oscuridad.

Yo soy discípulo de Jesús de Nazaret. ¡Que todos lo sepan!

Por tu poder deseo bautizar en tu Nombre. Deseo transmitir tu Mensaje para que otros te guarden y reciban tu Espíritu. Que todos te guarden.

Que todos lo sepan: que Tú no nos dejas. Que Tú no te has ido, que Tú estás con nosotros «todos los días, hasta el final de los tiempos».

Aquí no acaba tu Historia. Esto no ha hecho más que empezar.

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