En aquel tiempo, Jesús pasaba por ciudades y aldeas enseñando y se encaminaba hacia Jerusalén.
Uno le preguntó:
«Señor, ¿son pocos los que se salvan?».
Él les dijo:
«Esforzaos en entrar por la puerta estrecha, pues os digo que muchos intentarán entrar y no podrán. Cuando el amo de la casa se levante y cierre la puerta, os quedaréis fuera y llamaréis a la puerta diciendo:
Señor, ábrenos;
pero él os dirá:
“No sé quiénes sois”.
Entonces comenzaréis a decir:
“Hemos comido y bebido contigo, y tú has enseñado en nuestras plazas”.
Pero él os dirá:
“No sé de dónde sois. Alejaos de mí todos los que obráis la iniquidad”.
Allí será el llanto y el rechinar de dientes, cuando veáis a Abrahán, a Isaac y a Jacob y a todos los profetas en el reino de Dios, pero vosotros os veáis arrojados fuera. Y vendrán de oriente y occidente, del norte y del sur, y se sentarán a la mesa en el reino de Dios.
Mirad: hay últimos que serán primeros, y primeros que serán últimos».

Hakuna Matata

Hemos estado comiendo y bebiendo contigo... No sé quiénes sois. Ábrenos, por favor Jesús! ...Alejaos de mí todos los injustos... Y llegarán del Norte y el sur, y se sentarán en la mesa de Dios.

Qué tocho.
Yo quiero salvarme.
Por la puerta estrecha, me imagino algo así como la puerta de niños de Imaginarium.
Como niños.
Por la puerta estrecha.
Como niños, que quieren a sus padres.
Como niños que obedecen.
Como niños que ríen.
Como niños que bailan.

Nos quieres tal cual somos con nuestros más y menos, pero deseas que nuestra corazón sea puro, que nuestro baile siga Tu compás.

Los últimos, serán los primeros... en lo escondido. Sin exageraciones, abriendo el corazón, aceptando tu voluntad. Amando y viendo don en todo, porque qué fácil fue decir siempre que sí.

Dejándote mirar a través de mis ojos, siendo Tú quien habla, siendo Tú quien sonríe, siendo Tú quien abraza, siendo Tú quien ama.

Entrando por la estrecha puerta, haciéndome chiquita, sabiendo que sin ti no soy nada. Que el Amor es mucho más que palabras. Que te entrego el corazón y te pido que te cueles en mis entrañas con mucha vida. Contigo viviendo feliz, contigo de la mano. Destino: Eternidad.

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