Lc 17,5-10: ¡Si tuvierais fe..!

En aquel tiempo, los Apóstoles dijeron al Señor:

-Auméntanos la fe.

El Señor contestó:

-Si tuvierais fe como un granito de mostaza, diríais a esa morera: «Arráncate de raíz y plántate en el mar», y os obedecería.

Suponed que un criado vuestro trabaja como labrador o como pastor, cuando vuelve del campo, ¿quién de vosotros le dice: «En seguida, ven y ponte a la mesa?»

¿No le diréis: «Prepárame de cenar, cíñete y sírveme mientras como y bebo; y después comerás y beberás tú?» ¿Tenéis que estar agradecidos al criado porque ha hecho lo mandado? Lo mismo vosotros: Cuando hayáis hecho todo lo mandado, decid:

«Somos unos pobres siervos, hemos hecho lo que teníamos que hacer.»


Si tuviéramos fe

Siervos
Pobres
Pero si tengo dinero, sierva. Pobre.
Si soy quien manda en mi departamento.
Sierva. Pobre.
Si yo, yo ya tengo fe. No me rayes, que estoy bien
Obediencia, fe? Qué te tiene que ver?

Mujer de poca fe.
Sólo un poco de fe hija mía. Sólo un poco. Un granito de mostaza, ¿Nunca has visto uno verdad? Es pequeño, muy pequeño. Con sólo eso, moverías montañas. Qué te pasa que no confías? Qué te hace tener tanta inseguridad?
No me ves?
A solas, ven con tu corazón, a solas.

Mírame, abre los ojos. Estoy Aquí. Déjame que te llene de fe, déjame que te cure. Ven. Afina el oído. Inclina tu rostro. Respira. Búscame. Justo aquí, en tú corazón...

Eh! Nono, no tengas miedo, que es por aquí! No mires fuera! Vuelve! Qué te pierdes!!
Ven que te estás yendo! Vuelve hija mía!
Mírame, ven que te abrazo.
Acércate, no tengas miedo.
Ven y ten fe.
Eres mi hija, padezco tus dolores, vivo tus alegrías.
Déjame abrazarte y llenarte de paz.
Está en juego tú libertad, ven que te enseño a vivir.
En servir recae toda tu libertad.
Mira a esos! Eclavos de la libertad que corren a la luz.
Te voy a devolver los ojos, que te han sido quitados.
Te voy a devolver la palabra que te ha sido robada.
Te voy a devolver tú corazón de un modo nuevo, entregado.
Ven si quieres vivir.
Pídeme fe si lo deseas, porque para recibir sólo tienes que pedir!

Ahora toca salir, contagia con tu vida a todo al que te acerques. Cuéntales que moviste montañas. Cuéntales cuánto les amamos.
De la vida sale vida.
De la libertad a la obediencia, de la obediencia, verdad.
Verdad, luz y vida.

No tengas miedo y haz silencio, que yo estoy aquí y siempre te espero, siempre, de manera radical.

Ver todos los episodios