Iván Cano, al tartán. El atleta alicantino se enfrenta este sábado a la final de salto de longitud de los Juegos Paralímpicos de París. Es su segundo certamen paralímpico y ya aterriza en el foso con la vitola de subcampeón en Tokio, y la certeza de ser uno de los rivales a batir en la competición. Sin embargo, el ciclo no ha sido sencillo para Cano, que cuenta su travesía hasta volver a llegar al evento deportivo más importante del planeta con buenas sensaciones, tal y como cuenta.
El saltador es una de las últimas oportunidades de medalla para los deportistas del Proyecto FER, que han extraído seis metales en la cita. Hablamos de su récord y de si podría superarlo, de nuevo, en unos Juegos.
 

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