Esta meditación nos vincula con la seguridad, la pertenencia, la abundancia, desde el contacto con la naturaleza y Gaia: la tierra, nutriéndonos con su fuerza maternal, conectándonos con el resto de su filiación.
Experimentando una unión especial con nuestro planeta, desde lo más profundo de su núcleo, hasta la enorme riqueza que se manifiesta ante nuestros ojos.
Asimismo experimentaremos la revitalización de todos los centros energéticos de nuestro cuerpo: los siete chakras, fortaleciendo nuestra kundalini, como representación de la máxima: "cómo es arriba, es abajo".
¡Que la disfrutes!

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