“Todo se va a resolver por sí solo” – “piensa positivamente” – “no hay mal que por bien no venga” - “mañana va a ser un día mejor” – “declaro, decreto y desato bendición, salud y prosperidad” – “cancelo y revoco esta adversidad” Todas estas declaraciones y muchas más que se les parecen las podemos colocar en el cajón del “PENSAMIENTO MÁGICO ABSURDO”.
El pensamiento mágico es esa mentalidad de que con optimismo y buena fe las cosas se resuelven, los problemas desaparecen y todo cuanto nos proponemos, por difícil e imposible que parezca, lo podemos alcanzar… suena bonito, parece motivacional, luce optimista – pero muchas veces no es sino estar ciegos ante la realidad de las cosas.
El gozo cristiano es real, permanente, firme y constante, pero no es ingenuo ni escapa de la realidad – la vida real es dura, cada día traerá su propio mal – enfermedad, adversidad, carencia, menosprecio de la gente, debilidad, fragilidad – todo eso es parte del mundo cotidiano; es absurdo e imposible hacer como que no es así.
Pero ya que el gozo cristiano NO depende de las circunstancias, es posible enfrentar esos sinsabores, esas calamidades y esas limitaciones de la vida real en esperanza, consuelo, paz y confianza – con mucho realismo.
Por eso aunque tengamos toda clase de problemas, no estamos derrotados. Aunque tengamos muchas preocupaciones, no nos damos por vencidos. Aunque nos persigan, Dios no nos abandona. Aunque nos derriben, no nos destruyen. {2Cor.4:8-9}
Alegría realista sí, pensamiento mágico NO – sea que vivamos o que muramos, somos del Señor.

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