# 215 La obediencia a Dios es el principio de todas las bendiciones.

01/02/2021 3 min
# 215 La obediencia a Dios es el principio de todas las bendiciones.

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Síntesis del Episodio

La palabra de Dios, es como un rio en el desierto y lluvia en la sequía.
A menudo, buscamos respuestas fuera de la voluntad de Dios y cuando
hacemos esto es normal que no encontremos paz y sigamos tan confundidos
como al principio.
Hoy día, muchos buscan una solución en la vacuna o en sus brillantes ideas,
llenas de sabiduría humana y orgullo. Y pocos, vamos a la palabra de Dios y a
la oración para buscar respuestas y soluciones al presente y futuro que todos
estamos viviendo.
No contar con el Señor para todas las cosas que hacemos es un acto de
soberbia y necedad.
Si queremos tener claridad del camino que andamos transitando debemos
antes de actuar estar quietos y escuchar a Dios. Y solo después que Él hable
debemos actuar. No hay prisa ni apuro cuando queremos hacer la voluntad de
Dios.
El salmo cuarenta y seis versículos diez dice: Estad quietos, y conoced que yo
soy Dios; Seré exaltado entre las naciones; enaltecido seré en la tierra.
Y es que la Gloria de todas las cosas se la debe llevar el Señor y no nosotros.
Dios debe ser exaltado en todo lo que hacemos pues es Él es el creador y
sustentador de todas las cosas.
Como dice el Rey Salomón en proverbios capitulo tres versículos del siete al
diez No seas sabio en tu propia opinión; Teme a Jehová, y apártate del mal;
Porque será medicina a tu cuerpo, Y refrigerio para tus huesos. Honra a
Jehová con tus bienes, Y con las primicias de todos tus frutos; Y serán llenos
tus graneros con abundancia, Y tus lagares rebosarán de mosto.
A mayor dependencia del Señor mayor bendición en todo lo que hacemos.
Pertenecemos al Señor y a nadie más, como les dice el apóstol Pablo a los
romanos en el capítulo catorce versículo ocho: Si vivimos, para el Señor
vivimos; y, si morimos, para el Señor morimos. Así pues, sea que vivamos o
que muramos, del Señor somos.
La obediencia a Dios es el principio de todas las bendiciones.
¿Qué sentido tiene vivir la vida sino lo hacemos para el Señor?
¿Qué sentido tiene vivir la vida si mis planes e ideas están lejos de la voluntad
de Dios?
Señor, quiero servirte y vivir solo para ti pues he aprendido que no hay mayor
bendición que hacer tu voluntad.