# 214 Aunque un ejército acampe contra mí, no temerá mi corazón.

30/01/2021 5 min
# 214 Aunque un ejército acampe contra mí, no temerá mi corazón.

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Síntesis del Episodio

Desde que empezó la pandemia, una nube de incertidumbre y temor ha estado
rodeando a una gran mayoría de personas en todo el mundo.
Podemos decir, que el temor ha sido una segunda pandemia igual de invisible,
pero tan real como el coronavirus.
Las cifras de infestados y de muerte que vemos a diario en los distintos
medios de comunicación, o de amigos y familiares que han estado
contagiados que incluso muchos de ellos han fallecido, nos ha hecho pensar
más que nunca en la vida y en la muerte.
Si a esto le sumamos, la pérdida de empleos, las clases virtuales como una
opción para continuar los estudios. Las cuarentenas y toques de queda cuando
menos lo esperamos y deseamos. La paralización constante del comercio y
los servicios religiosos. Nos damos cuenta, que estamos luchando con algo
más que un virus.
Algunos, han estado poniendo su fe en las diferentes vacunas que se están
distribuyendo en cada país. Lo cierto, es que estar vacunado no garantiza por
completo volver a la normalidad.
Ya hemos comentado, que todo lo que estamos viendo no ha sido casualidad
ni producto del error humano. Hay un plan bien elaborado por la agenda
globalista para alargar todo lo posible la pandemia.
Llevándonos a una “Nueva Normalidad”, como la llaman ellos, que no es otra
cosa que tratar de que vivamos lo más posible dentro de nuestros hogares y
poco a poco empezar a depender de las ayudas que los gobiernos nos puedan
dar, algo que ellos llaman la renta básica universal.
Por supuesto que la agenda globalista se ha encontrado con varios
obstáculos. Uno de ellos, ha sido una serie de opositores que conocen todos
sus planes y que no están dispuestos a someterse a la agenda del Foro
Económico Mundial.
Lo que quiero decir, es que el camino para establecer una agenda mundial,
será un proceso bien planificado, pero que no se cumplirá en este momento.
Su primera meta será el 2030, para poder tener bajo control a todas las naciones.
Y es esta brecha la que tenemos que aprovechar para anunciar el Evangelio a
todas las personas que no conocen del Señor.
Pero, hay un enemigo que debemos combatir en el nombre de Jesús, y este
enemigo se llama temor.
Como todo sabemos, el temor paraliza y nos aleja de los planes de Dios.
Nuestra fe y confianza, no pueden venir de una vacuna que ni siquiera los
expertos conocen el grado de su efectividad.
No debemos tener más temor a la muerte que temor para vivir para la Gloria de
Dios.
No temas, es uno de los consejos más repetidos en la Biblia, se repite 365
veces. Un no temas, para cada día del año.
Este tema me hace recordar un salmo de David, el salmo veintisiete,
versículos uno y tres.
Jehová es mi luz y mi salvación; ¿de quién temeré? Jehová es la fortaleza de
mi vida; ¿de quién he de atemorizarme? Aunque un ejército acampe contra mí,
No temerá mi corazón; Aunque contra mí se levante guerra, Yo estaré
confiado.
Sin dudas, como el salmista estamos enfrentando la mayor guerra del diablo
contra la creación de Dios. Pero como él podemos decir: Aunque un ejército acampe
contra mí, No temerá mi corazón.
¿Estoy dejando que el temor y la inseguridad paralicen mi fe ante todo lo que
está sucediendo?
¿Estoy aprovechando cada momento para predicar el evangelio a aquellos
que no conocen a Jesús?
Señor, quiero caminar cada día confiado en tu voluntad y ser un predicador de
tu palabra a tiempo y fuera de tiempo.