No tendrás nada y serás feliz. Esta es la visión de la agenda globalista para un mundo que en su momento necesitara de un salvador para salir de una crisis económica, política y espiritual.

Y es que las dictaduras perfectas, tienen una apariencia de una democracia. Ahora todos ven las propuestas del foro económico mundial como novedosas y necesarias. Pero no entienden que se perderá la poca democracia que tenemos, perderemos nuestra identidad como personas y como naciones.

Perderemos por completo el derecho de defender la vida, pues una cultura de muerte será establecida por completo. El aborto, la eutanasia, la ideología de género quebrantaran por completo el derecho a la vida.
Todos aquellos que se levanten en contra de la agenda globalista, serán censurados y quitados del medio. El temor, la intimidación y la conveniencia, serán suficientes armas para callar la conciencia de los vivos.

El sistema de esclavitud que se nos quiere imponer, seguirá basándose en el entretenimiento que generan las redes sociales y las mentiras que a diario podemos ver en los medios de comunicación oficialistas.

Una elite mundial, que ya no se esconde para decir sus planes, serán los nuevos oligarcas de las naciones.
Podemos leer en el evangelio de Juan, en el capítulo ocho, versículo treinta uno Jesús, les dice a algunas personas que habían creído en el.

Ustedes son verdaderamente mis discípulos si se mantienen fieles a mis enseñanzas;

En los tiempos que vienen, ser un discípulo de Jesús será peligroso, ya que seremos aborrecidos por todas las personas por causa de nuestra fe.
Como dices Jesús en el evangelio de Mateo capitulo veinte y cuatro.
Muchos, en los años que están por venir, se apartarán de la fe, pues no estarán dispuestos a dar su vida por causa del evangelio.
Entonces, para quedar bien con la dictadura globalista, nos traicionaran y levantaran falsos juicios contra nosotros.
Pero, nada de esto nos debe preocupar si en verdad hemos conocido a Jesús.
Ya que nuestra salvación ha sido comprada en la cruz del Calvario.
Más bien deberíamos estar buscando al Señor para que nos muestre que tarea específica quiere que hagamos en este tiempo.
Pues sin dudas, este es un tiempo que debemos aprovechar para ir por los perdidos que no tienen a Jesús.

¿Tengo más temor que esperanza por los tiempos que están por venir?

¿Le he preguntado al Señor cual es la Misión que debo cumplir en este tiempo?

Señor, gracias por darme el privilegio de ser un predicador tuyo. Llévame aquellos que ya el Espíritu Santo les está hablando de ti.

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