¿«Tarea exclusiva de hombres»?

11/08/2025 4 min
¿«Tarea exclusiva de hombres»?

Escuchar "¿«Tarea exclusiva de hombres»?"

Síntesis del Episodio

(Antevíspera del Aniversario de la Caída de Tenochtitlan) «Para quienes consideren que los hechos de armas son y han sido tarea exclusiva de hombres... el caso de la andaluza (o quizás cántabra) María [de] Estrada reviste especial interés.» Así comienza Manuel Lucena Giraldo, reconocido historiador español especialista en la Historia de América, un artículo publicado en el Diario ABC sobre aquella mujer aguerrida.1 El conquistador Francisco de Estrada, hermano de María, había acompañado a Cristóbal Colón como grumete, de modo que es probable que en 1509, cuando Francisco regresó al Nuevo Mundo para instalarse de forma permanente, María haya viajado con él.2 Como por entonces ella tenía ya entre treinta y cuarenta años, sus compañeros le habrían de poner el sobrenombre de «La vieja». Después de llegar a Cuba y de casarse con Pedro Sánchez Farfán, María participó en combates en la actual Matanzas y, según el doctor Lucena Giraldo, «hasta es posible que su hermosura la salvara de morir, pues un cacique la tomó para sí... hasta que los españoles se recuperaron de la derrota y volvió con su marido a Trinidad, al sur de la isla.» De Cuba a Veracruz, y de ahí a la sangrienta batalla de Otumba y al asalto final de Tenochtitlan, hay varios testigos oculares que constatan el papel que jugó María de Estrada en la conquista de México, mostrando desde el principio una capacidad guerrera que incluía hasta la invocación del apóstol Santiago en los asaltos. Por ejemplo, el cronista español-tlaxcalteca Diego Muñoz Camargo describe a María «con una espada y una rodela en las manos, peleando valerosamente con tanta furia y ánimo que excedía al esfuerzo de cualquier varón, por esforzado y animoso que fuera, que a los propios nuestros ponía espanto». Así mismo, el catedrático castellano Francisco Cervantes de Salazar recuerda que, después de la mortífera «Noche Triste» en la que murieron cientos de españoles e indígenas aliados, cuando el conquistador español Hernán Cortés ordenó que las mujeres que formaban parte de sus tropas se quedaran a descansar en la ciudad de Tlaxcala, María le reclamó: «No es bien, señor capitán, que mujeres dejen a sus maridos yendo a la guerra. Donde ellos murieren, moriremos nosotras, y es razón que los indios entiendan que somos tan valientes los españoles que hasta las mujeres saben pelear.»3 En lugar de sorprendernos, lo justo es que reconozcamos que, con ese arrojo, María de Estrada estaba siguiendo cabalmente el ejemplo de dos mujeres protagonistas del libro de los Jueces en la Biblia: la jueza Débora, que en calidad de comandante militar ordenó a su comandante Barac que atacara las tropas del general cananeo Sísara y lo acompañó porque él insistió que no iría sin ella; y Jael, la valerosa mujer que engañó a Sísara luego de vencido todo su ejército, y lo mató atravesándole la sien con una estaca, llevándose así la gloria de la victoria tal y como Débora había predicho que sucedería.4 Carlos ReyUn Mensaje a la Concienciawww.conciencia.net 1 Manuel Lucena Giraldo, «María Estrada conquista México», Diario ABC, 4 agosto 2009 <https://www.abc.es/estilo/gente/abci-maria-estrada-conquista-mexico-200908040300-923068276489_noticia.html> En línea 19 febrero 2025. 2 Wikipedia, s.v. «María de Estrada» <https://es.wikipedia.org/wiki/Mar%C3%ADa_de_Estrada> En línea 19 febrero 2025. 3 Lucena Giraldo; Francisco Cervantes de Salazar, Cronica de la Nueva España, Libro quinto, Cap. CLXVI, Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes (Edición Digital de Manuel Magallón basada en la de Madrid: Atlas, 1971) <https://www.cervantesvirtual.com/obra-visor/cronica-de-la-nueva-espana--0 /html/29922ac8-e981-4372-adcc-8c3c6643fdaa_6.htm> En línea 2 marzo 2025. 4 Jue 4-5