La pandemia actual, tiene implicaciones inimaginables y en todos los ámbitos existentes, la mejor prevención hasta ahora es el distanciamiento físico, lavado de manos frecuentes y uso de mascarilla. En muchas empresas y organizaciones laborales, se han tomado estrategias para evitar contagios dentro de sus empleados, y una de las más importantes es la de la implementación del tele trabajo (trabajo desde casa).

En las oficinas, estamos dotados con sillas ergonómicas, escritorios adecuados, que nos dan la posibilidad de evitar lesiones osteomusculares por las horas de trabajo continuas, además la vida laboral nos obliga a desarrollar el trabajo en equipo, entramos y salimos de reuniones, realizamos visitas, nos movemos dentro del edificio, en fin, se hace más dinámica y sociables las jornadas diarias.

Al llevarnos el trabajo a la casa, estamos obligados a realizarlo desde el living, sofá, mesa de comedor y hasta en la cama lo hacen mucho. En estos espacios y sin mueblería adecuada ergonómica, las lesiones por malas posturas y tensión muscular no demoran.

Aunado a esto la tensión emocional de la presión y responsabilidades, la persecución de los supervisores vigilando el cumplimiento, el confinamiento, la falta de rutina, todo suma a mayor daño psicomotor.

Debemos adaptar en nuestra casa el sitio donde vamos a realizar el trabajo, usar una silla que permite apoyar la espalda con soporte lumbar o en su defecto almohadones para evitar la letal rectificación de la columna, nuestros hombros relajados, la pantalla a la altura de a mirada, de forma que no necesitemos encorvar nuestra espalda para visualizar la PC, brazos y piernas en ángulo recto, piernas más bien ligeramente estiradas, apoyándose el piso.

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