When God closes a door, it’s not rejection it’s redirection. In this powerful message, Ps Geb reminds us that the same hand that closes the door also holds the hinge the place of divine control and perfect timing. The hinge represents God’s unseen work, holding together the doors He opens and closes in our lives.Drawing from Jeremiah 10:21–24, we see a nation that lost its way because its leaders stopped seeking the Lord. Their downfall reminds us that without God’s direction, our own steps lead to confusion and disappointment. But when we trust Him, even closed doors become blessings in disguise.Sometimes God closes doors to protect us, to prepare us, or to position us for something greater. Instead of complaining or feeling defeated, we are called to trust in His wisdom and justice just as Jeremiah prayed, “O Lord, correct me, but with justice; not in Your anger.”This message challenges us to trust the hand behind every hinge the hand of a faithful God who knows what’s behind every door, and who directs our steps for His glory.Cuando Dios cierra una puerta, no es rechazo, es redirección. En este poderoso mensaje, el Pastor Geb nos recuerda que la misma mano que cierra la puerta también sostiene la bisagra el lugar donde Dios ejerce su control divino y perfecto. La bisagra representa la obra invisible de Dios, que sostiene las puertas que Él abre y cierra en nuestras vidas.Basado en Jeremías 10:21–24, vemos una nación que se perdió porque sus líderes dejaron de buscar al Señor. Su caída nos recuerda que sin la dirección de Dios, nuestros pasos nos llevan a la confusión y al fracaso. Pero cuando confiamos en Él, incluso las puertas cerradas se convierten en bendiciones disfrazadas.A veces Dios cierra puertas para protegernos, prepararnos o posicionarnos para algo mayor. En lugar de quejarnos o desanimarnos, somos llamados a confiar en Su sabiduría y justicia tal como oró Jeremías: “Oh Señor, corrígeme, pero con justicia; no con tu ira.”Este mensaje nos desafía a confiar en la mano detrás de cada bisagra la mano fiel de un Dios que sabe lo que hay detrás de cada puerta y que dirige nuestros pasos para Su gloria.

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