Un matrimonio mixto es aquel que no proviene del mismo grupo de origen, que no comparte la misma visión de la vida, dado que la cultura de cada contrayente es en muchos casos totalmente opuesta; ya sea en costumbres y tradiciones, en la educación y su formación religiosa recibida en casa y que por obvias razones son diferencias que se constituyen una gran adversidad para una relación de amor exitosa por la falta de homogeneidad o entendimiento de los mismos. Esta situación generalmente se minimiza o se ignora deliberadamente por parte de los jóvenes y señoritas que piensan que su amor logrará vencer todas las diferencias entre ambos y que con el tiempo hará que tales diferendos logren el entendimiento. Tristemente es el tiempo lo que dejará ver las consecuencias de no considerar la ordenanza de nuestro Dios que claramente rechaza la unión en yugo desigual con los incrédulos. El rey Salomón apostató contra Dios, y deshonró la memoria de David su padre y todo lo que él como el rey sabio representó para aquel mundo, no le importó sino que se entrego al “amor” por las muchas mujeres extranjeras, que desviaron su corazón para ir en contra de la voluntad de Dios.

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