Segundo mensaje de la serie “Enviados”, basada en los primeros 8 capítulos del libro de los Hechos. Estamos viendo los comienzos del movimiento cristiano. Mateo nos dice que Jesús mencionó dos veces el concepto de la iglesia, pero no lo desarrolló. ¿Por qué? Porque la iglesia nace con la llegada del Consolador, el Espíritu Santo en Hechos 2. De allí en adelante en el Nuevo Testamento encontramos 115 referencias a la iglesia. El problema que enfrentamos hoy es un mal uso de la palabra iglesia. Por un lado existe la idea de que la iglesia es “una organización”. Por otro lado existe la idea de que la iglesia es “un edificio” (fui a la iglesia hoy).
Realmente una mejor manera de pensar en “la iglesia” sería hablar de un movimiento. La palabra griego para “iglesia”, ekklesía en su uso secular significa una asamblea de personas que se convoca en un lugar público para un propósito específico. Literalmente la palabra significa ek = fuera de y kaleo = llamar = “los llamados afuera”. La iglesia es un grupo de personas llamados a cumplir una misión: la misión de Dios.

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