Estos tiempos son demasiados politizados, quizá sea porque los políticos practican un exceso de poder. Un sistema político que ejerce a su favor y les sitúa en la estratosfera social perdiendo todo contacto de sus gobernados, precisamente porque el sistema se lo permite. Es el propio sistema, amoral casi siempre e inmoral otras, quien fomenta el caldo de cultivo. El poder corrompe porque abre las puertas a la corrupción posible. Y la corrupción es posible porque está ahí al servicio de quien quiere servirse de ella. Con Jesús Trillo-Figueroa, autor entre otros ensayos de "El espectro del comunismo" (Sekotia) y Rafael Diez Riera, Catedrático de instituto de Literatura e historiador. Presenta y dirige: Humberto Pérez-Tomé.

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