Dentro de diez horas se acaba el plazo para depositar pactos y alianzas para las elecciones de mayo.
En el oficialismo no hay dificultad porque ya depositaron ante la jce 19 de los 22 pactos con sus socios políticos. 
La oposición todavía discute en un carteo quien debe encabezar la boleta presidencial.
Jaime David pidió a Leonel Fernández sacrificarse por la patria y la democracia y Rafael Albuquerque le pide el sacrificio a Abel Martinez. Su argumento es que Abel le espera un futuro brillante que de paso reconoce que para el ex presidente Fernández mayo puede ser el último tiro.
Los voceros de las negociaciones insisten en referirse a la posibilidad de extender la alianza congresual a 26 provincias pero todos saben que el problema dejó de estar ahí.
El PLD tiene experiencia en perder unas elecciones y quedarse con apenas un senador. Ya le pasó en el 2002 aunque el panorama ahora es diferente.
En República Dominicana hay un ocaso del liderazgo político del que el PLD y su escisión que es la FUPU sacan la peor parte. No porque sean las organizaciones más débiles del sistema sino las mas ambiciosas del poder. Lo son porque lo conocen.
La incapacidad de construir un relevo es el drama del sistema de partidos en nuestro país. 
El presidente Abinader le dio una oportunidad al PRM después de vencer las aspiraciones de Hipólito Mejía que como todo presidente dominicano no conoce de la jubilación.
Pero Danilo como dueño del PLD no trabajó en el relevo y Leonel hizo un partido para él.
No hay diferencias con ningún otro partido de los 34 reconocidos por la JCE. Todo el mundo sabe que el PRD es una propiedad de MVM y el reformismo de Quique Antún. Hasta el partido menos votado Patria para todos tiene el mismo liderazgo.
Tantos caciques para tan pocos indios dificulta las alianzas reales. La planteada por el oficialismo no es como tal una alianza sin un pacto por la supervivencia.
Lo curioso es que aunque a otro nivel la posible alianza del PLD y la FUPU tambié lo es.

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