Es curioso que en una entrevista que duró más de 50 minutos como la que Edith Febles hiciera a Antonio Espaillat el dueño de la discoteca Jet Set resumen en tan pocos datos concretos que se puedan traducir en una información.Lo concreto que resultó del diálogo con  el señor Espaillat es lo siguiente: Nunca se hizo un análisis estructural del techo del edificio cuando se cambió su uso de cine para discoteca, ni siquiera por la pertinaz filtración que obligaba al cambio continuo de plafones de yeso.La edificación tenía filtraciones desde el momento en que se adquirió hace 30 años como el dueño lo atribuía a la condensación de los aires acondicionado tampoco se investigó el efecto de esas filtraciones en la estructura del edificio.No se contrató a una empresa o firma para analizar el tema del polvillo y las filtraciones. Cuando los plafones se dañaban por la acumulación de agua eran sustituidos por empleados que ponían plafones nuevos. El mismo día de la tragedia se hicieron cambios de plafones.El polvillo y virutas que caían constantemente del techo eran atribuidos a las faltas anteriores y por tanto eso tampoco fue investigado en ninguna ocasión.El resto de la entrevista fue para tratar de expresar sus emociones siendo que la emoción es dificil de describir porque no se miden las penas ni hay mecanismos para cuantificar el dolor.Que Ruby era su amigo, que él personalmente pudo estar, que su familia en pleno iba todos los lunes, que su hermana le informó desde los escombros, que tuvo la suerte de que un vuelo se retrasó y que es el más interesado en saber lo que realmente pasó es parte de una estrategia en la que sus asesores, que son buenos, buscan una empatía con quienes le ven y escuchan.Por eso la camisa manga corta, la ausencia de prendas, la barba incipiente, las manos acurrucadas entre las piernas que no se cruzaron nunca y lo mejor de todo la mirada ausente.Los toques en la nariz u otra parte del rostro que evidencian falsedad no lo tomaremos en cuenta.Solo en cinco de las emisoras de Antonio Espaillat trabajan unos 120 periodistas, analistas y opinadores de todo tipo que no tienen que defenderlo sino simplemente callar y con ello ayudar a posicionar otros temas.Esos opinadores han sido muy efectivos a la hora de encaminar críticas al ministerio público, a periodistas que piensan diferente a ellos y a organizaciones que al parecer le producen irritación aunque no se entienda por qué.Hay que esperar su análisis de la mentada entrevista a lo mejor ellos logran lo que no logró su jefe.

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