Hace algunos meses, cientos de portales informativos comenzaron a circular noticias sobre el movimiento "antiturismo", a raíz de las masivas movilizaciones ocurridas en distintas ciudades de España."Ha habido manifestaciones en las islas Canarias y en todos los sectores turísticos. Es un problema gordísimo para la vivienda. Un turista consume mucho más que un ciudadano y la economía se resiente", afirmó el periodista Fernando Arranz desde España."El país no estaba preparado para afrontar una situación que está batiendo récord. Los datos son alucinantes. 2023 se cerró con 85 millones de turistas, mientras que hasta el 31 de julio del 2024 recibimos 53 millones y vamos a cerrar el 2024 con cerca de 90 millones", dijo.El aumento de alquileres y la falta de tranquilidad están entre las demandas de los locales para regular el exceso de viajeros. En ese sentido, Ferranz agregó que en las Islas Canarias el problema del agua es fundamental, al igual que en las Baleares."Incide en los precios de las viviendas y no hay lugar para los propios españoles. Por cada habitante insular llegan 22 turistas. Los médicos, los policías, no tienen dónde dormir. Por eso hay tiendas de campaña o caravanas. Hay maestros y profesores que, ante la posibilidad de alquilar una vivienda pequeña, se van", agregó."Todos los políticos estaban convencidos de que la pandemia les iba a cambiar el modelo de desarrollo económico del país. Pasaron cuatro años y no pasó nada de nada. España ahora mismo es un drogadicto con una droga que se llama turismo que le hace bien por un lado pero es imposible desengancharse de este tipo de droga. El turismo es una droga dura".

Ver todos los episodios