Cuando das un discurso, estás presentando mucho más que una simple colección de palabras e ideas. Debido a que está hablando "en vivo y en persona", los miembros de su audiencia experimentarán su discurso a través de los cinco sentidos: oído, visión, olfato, gusto y tacto. En algunas situaciones de habla, el hablante apela solo al sentido del oído, ignorando más o menos los otros sentidos, excepto para evitar distracciones visuales vistiéndose y presentándose de manera apropiada. Pero el hecho de hablar puede enriquecerse enormemente apelando a los otros sentidos. Este es el papel de las ayudas para la presentación.

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