Hoy en día, las empresas buscan colaboradores no solo con amplia formación o experiencia que acrediten su capacidad técnica, sino que además tengan ciertas cualidades personales y sociales, que, aplicadas al ámbito laboral, proporcionen valor añadido al trabajo que realizan,
A pesar de que la tecnología forma parte de nuestro diario vivir, y que en los últimos meses muchas organizaciones han sido obligadas por las circunstancias a reinventarse en este ámbito, y que quizás muchos puestos de trabajo han tenido que desaparecer debido a la demanda y nuevas necesidades emergentes, las facultades superiores como las habilidades cognitivas, como por ejemplo atención, percepción, memoria, comprensión, y las habilidades sociales, como la comunicación, la asertividad y la empatía no podrán ser suplantadas, al contrario, las organizaciones actuales necesitan cada vez más, profesionales con criterio, que puedan tomar decisiones, que puedan adaptarse a los cambios,  necesitan personas innovadoras, proactivas, profesionales que deseen seguir aprendiendo y que puedan transmitir esos conocimientos a compañeros o sus equipos de trabajo, en el caso de los altos cargos.

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