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Síntesis del Episodio
Adoradores.
«Dios es espíritu, y quienes lo adoran deben hacerlo en espíritu y en verdad.»
Juan 4:24 NVI
Adorar en espíritu no tiene nada que ver con levantar las manos o arrodillarnos. Tiene que ver con lo más profundo de nuestro ser, debemos nacer de nuevo. Sin el Espíritu Santo habitando dentro de nosotros, no podemos adorar a Dios, porque no lo conocemos.
«Y nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que proviene de Dios, para que sepamos lo que Dios nos ha concedido,»
1 Corintios 2:12 RVR1960
Adorar requiere una vida centrada en Dios, viviendo por y para el.
«Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional.»
Romanos 12:1 RVR1960
No podemos adorar a Dios como realmente se merece si aún nuestra mente desea lo material, si aún nuestro corazón le pertenece a este mundo
«Este pueblo de labios me honra; Mas su corazón está lejos de mí.»
S. Mateo 15:8 RVR1960
En ocasiones, nos podemos sentir lejos de nuestro padre, podemos sentir que nos cuesta entrar en su presencia, que nos es difícil adorarle por que nos sentimos lejos de él, y es que el pecado nos aleja de nuestro Padre, él no se aleja de nosotros,nosotros nos alejamos de él y para poder acercarnos debemos acéralo con un corazón humilde y arrepentido.
«Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado; Al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios.»
Salmos 51:17 RVR1960
Y es que si adoramos a Dios con amor, con un corazón agradecido y arrepentido podremos encontrar el reposo que necesitamos.
«Se alegró por tanto mi corazón, y se gozó mi alma; Mi carne también reposará confiadamente;»
Salmos 16:9 RVR1960
Lo importante es que le adoremos primeramente en el espíritu.
Lo que podamos hacer con nuestro cuerpo cuando adoramos es secundario, no existe ninguna regla con respecto a si debemos sentarnos, ponernos en pie, postrarnos, estar en silencio, o cantar alabanzas cuando adoramos.
«Porque el Señor es el Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad.»
2 Corintios 3:17 RVR1960
Dios les bendiga amados.
La Paz De Dios este con todos vosotros.
«Dios es espíritu, y quienes lo adoran deben hacerlo en espíritu y en verdad.»
Juan 4:24 NVI
Adorar en espíritu no tiene nada que ver con levantar las manos o arrodillarnos. Tiene que ver con lo más profundo de nuestro ser, debemos nacer de nuevo. Sin el Espíritu Santo habitando dentro de nosotros, no podemos adorar a Dios, porque no lo conocemos.
«Y nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que proviene de Dios, para que sepamos lo que Dios nos ha concedido,»
1 Corintios 2:12 RVR1960
Adorar requiere una vida centrada en Dios, viviendo por y para el.
«Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional.»
Romanos 12:1 RVR1960
No podemos adorar a Dios como realmente se merece si aún nuestra mente desea lo material, si aún nuestro corazón le pertenece a este mundo
«Este pueblo de labios me honra; Mas su corazón está lejos de mí.»
S. Mateo 15:8 RVR1960
En ocasiones, nos podemos sentir lejos de nuestro padre, podemos sentir que nos cuesta entrar en su presencia, que nos es difícil adorarle por que nos sentimos lejos de él, y es que el pecado nos aleja de nuestro Padre, él no se aleja de nosotros,nosotros nos alejamos de él y para poder acercarnos debemos acéralo con un corazón humilde y arrepentido.
«Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado; Al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios.»
Salmos 51:17 RVR1960
Y es que si adoramos a Dios con amor, con un corazón agradecido y arrepentido podremos encontrar el reposo que necesitamos.
«Se alegró por tanto mi corazón, y se gozó mi alma; Mi carne también reposará confiadamente;»
Salmos 16:9 RVR1960
Lo importante es que le adoremos primeramente en el espíritu.
Lo que podamos hacer con nuestro cuerpo cuando adoramos es secundario, no existe ninguna regla con respecto a si debemos sentarnos, ponernos en pie, postrarnos, estar en silencio, o cantar alabanzas cuando adoramos.
«Porque el Señor es el Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad.»
2 Corintios 3:17 RVR1960
Dios les bendiga amados.
La Paz De Dios este con todos vosotros.
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