El gobierno ha descubierto que la gente es desdichada, que está engañada a través de un bombardeo continuo de información errónea que incita al consumismo y a la violencia. En su afán porque la gente sea feliz y no consuma información falsa, patrimonializa el acceso a ella y, como parte de ese intento, decreta la prohibición de conservar libros o conocimientos que le permita al individuo pensar por su cuenta. ¿Os suena de algo?
https://hgquintana.com/aferrado-a-los-clasicos-fahrenheit-451-bradbury/
https://youtu.be/ht6wPuKM0_I

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