la buena noticia es que Chuck Prophet está vivo, y quien sabe, si de paso cañazo puede haber despertado algunos que de verdad murieron. Le puso un sabor a cumbia muy especial a su nuevo disco. Se hizo un picnic con unos ritmos latinos, que lo hacen sonar todo locamente bien.

el diario de galgomundo en el 20 del penúltimo mes, después del empate con el que nos fuimos a dormir, y el domingo tenemos que salir de otro, delgado o angosto, coalición de partidos o amplio el frente. Discuten en un día de miércoles entre patos y ningún ganso, apenas unas pesadillas. Faltan mucho más que once para las once y once. El ritmo de Chuck Prophet, cuando habla con el doctor, este le dice que puede haber visto un fantasma donde antes hubo otro disfrazado de eternidad.


Arriba de la mesa, en la casa del galgo, el libro del que tiene los incendios que me esperan en Charco. Rock Springs y el segundo intento hasta llegar al final del cuento de los fuegos de artificio. Me cuesta escribir esas propuestas para los que empujan al galgo para que ruede mejor. Los Larrique rulemanes que hacen los discos girar los tiene. Hace falta prender los fuegos, que vengan los truenos, el sol, y poder imaginarse como todo puede ser. Primero que vengan los truenos, y luego todo lo demás.

No puede hacer más largo todo esto, hay algo en la casa del galgo mañana. Sally pudo haber sido una policía, y Alejandro Escovedo que una vez se pegó un susto con la muerte también, escribió con Chuck Prophet que estuvo girando en música a las seis y ahora en el diario de galgomundo en un día de miércoles, escribieron juntos esta hace unos varios años, cuando eran animales reales, de alguna parte de Califronia, capaz que cerca de San Francisco, las tumbas de sus padres y mothers of invention, no muy lejos de donde todo este mercenario discos de amantes del rock se grabó.

Si conocen a Alejandro Escovedo bien, tiene unos discos buenos del pasado y hasta algunos buenos del presente que me pude haber perdido, pero los puedo encontrar cualquier día cuando logre hacer esto mismo que hago ahora, que tenía mucho sentido, como escuchar un disco de principio al final. Con lo mucho que me gusta el Sha, Sha, la, la, de este que tiene el nombre de Despierten los muertos, puedo ir a buscar donde darle el clic antiguo, de pedirlo por internet, y que me llegue por correo.

Dicen que van a colgar unos cuadros mañana en la casa del galgo, y yo debería de tener un lugar, como el que había arriba de la barra cuando pegaba la curva y cuatro parlantes que no tienen porque venir de nuevo méxico, pero sí habría que dejarlos colgados para antes de que este año se termine, para antes de que comience el último mes del buen año. Pintar la pared de blanco otra vez, pasar por arriba lo que se pintó el año pasado. Deseo que haya peces pintados, y estar mirando a los pájaros que pintan en la pared, del cumple de cinco de la hermana del que cumplió 16 el 14 del penúltimo. Mismo crimen, el buen año que se nos va, y el sabático que se viene. Nuevo gobierno, o viejo conocido. No hay discusión en la forma de vivir, no hay dulce condena. Y todo lo que estuve haciendo todo este tiempo, fue dejar el disco de Chuck Prophet en play. Deje colgado a Alejandro Escovedo que es amigo de Chuck, y muy seguramente de la banda de Chuck que se llama la misión expresa, si es que Mision Express, se traduce exactamente de ese modo.

Con lápiz labial escribe, no hay testigo, no hay crimen. La hermana del alma perdida es de Escovedo. Muriendo todos jóvenes es de aquel disco con el negocio del dolor con el que conocí por primera vez a este que canta con los quien sabe?

Había que trepar una escalera para verte, cantaba Ale Escovedo, cuando Chuck se iba a ver una cualquiera al cine. Está sentado en la primera fila, y ya sabe que ella es suya. Que todos los políticos toman en el club que no es del partido. Azúcar en el agua, estoy trepando, tus escalones, podemos convertir esta canción en oro, no hay dudas, pero nunca los van a postular a uno de esos que puedan enmarcar como uno de Tom Petty que dice into the great wide open.

Las últimas dos la cumbia aparece más fuerte, los solos de guitarras son buenos, pero hay muchas más cosas de la percusión y los ritmos del sol, de ninguna sombra más que las de Elon, para quien está dedicada la número diez, la que viene antes de la última que dice que es un buen día para estar vivo, en mi caso particular no rascarme la frente, porque va a sangrar igual que las piernas anoche. Las temporadas cambian y el buen año se va, pero faltaba este disco que dice algo que es un buen día para saludar al diablo, ver una pelicula de un testigo en peligro porque que vio un asesinato, es hermoso el disco nuevo de Chuck Prophet, es un buen día para caminar por el agua, capaz llamar a tu madre.

Viva la radio
saludos cordiales
the galgo.

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