Sinceramente Leonard Cohen diría que los cuentos de la calle son de él, pero ambos sabemos que también son del Galgo. Cuando el galgo muerde sucede esto. Aparece un guiso que le falta sal en la puerta de Sabor Peruano. Un conocido de los días de La Ronda, sin salario más que el que le paga Bartolomé Mitre entre las calles de la cédula y el pasaporte. Dice que no es cuidacoches (algunas veces los lava) y apenas él se cuida un poco. Hijo de un boxeador cuyo nombre aparece al final y no es Hurricane. Otro muerde el micrófono.

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