El 22 de enero de 1948, en el andén de la estación de trenes de Manzanillo, halló el final Jesús Menéndez Larrondo, el gigante de ébano de los trabajadores azucareros.
El asesino fue el capitán de la Guardia Rural, Joaquín Casillas Lumpuy, pero más que la mano ejecutora, había sido asesinado por enfrentar de manera inclaudicable los intereses de terratenientes y magnates de la época.
Fue como si la muerte entrara en los predios de cada casa: era imposible imaginar que al General de las Cañas le arrebataran la vida en plena campaña del diferencial en la punta de la mocha, que amenazaba desestabilizar la zafra de NO mediar compromisos de pagos.

Ver todos los episodios