En la epístola de Colosenses encontramos que la iglesia fue amenazada por un engaño que sutilmente quiso entrar. Pablo brinda luz a dicha mentira evitando secuelas de ella. Y nos encontramos con tres exhortaciones:
Se nos invita a que entreguemos una Suprema Alabanza a Jesús por Su Deidad, Su Ministerio, porque es la Cabeza de la Iglesia y en Quien radica la Preeminencia de todo. 

Por medio del sacrificio de Jesucristo hemos sido reconciliados con Dios por la fe (20-23). 
Sigamos el ejemplo gozandonos al obrar de manera diligente en el ministerio impulsados por la grandeza del Evangelio
En esencia, vivamos en alabanza a Dios contemplando Su Persona, Su Obra al estar gozandonos en el ministerio.

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