Hace escasos dos meses nos dijo adiós El Viejo. El domador de diminutas fierecillas, que a fuerza de danzar con la número cinco, crecían en destreza de quiebres, voleas y gambetas, hasta pulir un gol. Muchos Pradeños, hace cerca de 50 años, vimos llegar del Nordeste Antioqueño a Roosevelt Londoño; un mecánico industrial apasionado por el futbol, que rapidito comenzó a poner su granito de arena para alimentar lo que conocimos como “Los años dorados” del futbol Pradeño. Entonces lo vimos orientar y ayudar a equipos y torneos en las categorías infantil, juvenil y de Mayores.

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