Reflexionaremos sobre el final del capítulo ocho del libro de Romanos, específicamente los versos 35 al 39, respondiendo a esta pregunta: "Y todo esto, ¿de qué me (o nos) sirve?", "¿De qué sirve saber que Dios nos ha conocido de antemano, nos ha predestinado, llamado, justificado y glorificado?", "¿Qué valor práctico contiene conocer lo que hizo Dios con respecto a Cristo a favor nuestro?".
Las respuestas a estas interrogantes serán resueltas a través de otras preguntas planteadas por el apóstol Pablo, juntamente con su reflexiva respuesta para que, de manera muy clara y concreta, sepamos, creamos y vivamos que, ¡En Cristo somos más que vencedores! (Romanos 8.37). Eso es lo que Dios desea que guardemos en nuestras mentes y corazones, no sólo para esta semana sino para el resto de nuestras vidas.

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