Continuamos esta mañana con el tercer domingo de Adviento: Un tiempo de preparación, de reflexión y de esperanza

En el pasaje que meditamos hoy de Esdras vemos cómo se produjo la reconstrucción del templo de Jerusalén bajo el mandato del Rey Ciro de Persia y todo lo que significó para el pueblo que esperaba con esperanza y que veía como se cumplían las promesas dadas. La Palabra nos dice que el templo fue reconstruido, pero la presencia de Dios no volvió al templo.

Las promesas de Dios están aún por cumplirse Y es que aún estamos en el
tiempo de adviento, deberemos esperar a la Vida.
Adviento no es solo un tiempo de espera, que lo es, sino también un tiempo
de reconstrucción como vemos con el templo de Jerusalén
De igual manera nuestra vida tiene partes o áreas que necesitan de reconstrucción. ¿Cuáles? eso lo tendrás que decidir delante del Señor. Quizás sea una parte o quizás sea toda tu vida la que necesita reconstrucción

Te invitamos a ver la predicación para descubrir por dónde empezar, qué pasos seguir para comenzar con esa reconstrucción que necesitas y cómo mantenerla sin que las dificultades te aparten del camino.

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