Comenzamos en esta mañana el tiempo de Adviento, un tiempo de preparación, de reflexión y de esperanza por la llegada del Rey que viene a nosotros.
El Rey aún no está aquí, todavía no ha llegado. Es el periodo de lo que ya ha empezado pero que todavía está por consumar.

En el Antiguo Testamento encontramos promesas sobre el Mesías que no son abstractas, sino todo lo contrario, todas las promesas tienen un contexto concreto y muy particular. En medio de los mayores desastres y tragedias siempre irrumpe una esperanza que se proyecta al futuro, por la misericordia de Dios que nunca decae.

¿Qué expectativas tienes para tu futuro?
En la predicación de hoy sobre este pasaje del profeta Jeremías veremos que el tiempo de Adviento nos dice que, a pesar de todos los problemas que atravesamos, podemos vivir confiados porque Dios tiene preparado un futuro para nosotros.

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