En el relato de Génesis 3 vimos cómo el ser humano quiere ser como Dios y convertirse en Fuente de sabiduría para sí mismo siguiendo otra fuente de sabiduría que no es Dios.
El Ser Humano se exilia de ese lugar privilegiado en el que habita la
presencia de Dios y se hace consciente de su propia muerte.
Ahora el desorden se hace presente. La creación y el mal emergen en ella con toda su fuerza como vemos en los siguientes capítulos de Génesis, 4 al 11, en los que se nos muestra el intento del ser humano desesperado de recuperar
relación con la presencia de Dios

Si el desorden y el mal han emergido en la creación buena de Dios, ¿ese mal tiene solución? ¿Cuál es el propósito de Dios para su creación una vez que el mal está presente en ella? ¿cabe esperar que el reino de la muerte se haga permanente en la creación de Dios?

En los pasajes de los capítulos 18 y 21 de Génesis encontraremos las respuestas a estas preguntas

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